Fredy Martín Pérez.
San Cristóbal de las Casas, Chis.- Cinco años después de resultar afectada por el sismo del 7 de septiembre del 2017, de una magnitud de 8.2, la Catedral de esta ciudad, construida en 1528, un edificio de fachada barroca y un altar color oro, aún permanece cercada por el perímetro de seguridad que se levantó días después del movimiento telúrico, pero solo que ahora estará rodeada de una verja de hierro, que de acuerdo a expertos “destrozan su imagen” y “alteran su fisonomía”.
Aunque el edificio, uno de los 114 con mayores daños por el sismo, ya fue entregado formalmente, en el interior aún se reparaciones menores y se han empezado a desmontar el perímetro de seguridad construido de lámina de zinc, que en estos cinco años fue usado para anunciar eventos, manifestarse contra los feminicidios, desaparición de guerrilleros y otros eventos.
Como consecuencia del terremoto que ocurrió a las 23:49:17 horas de ese 7 de septiembre, el edificio levantado en el siglo XVI, con modificaciones a lo largo de los siglos posteriores, estuvo a punto de sufrir daños irreparables.
A las pocas horas del terremoto, religiosos de la diócesis y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sabían que el edificio presentaba desprendimiento del merlón, es decir la sección vertical sólida del pináculo suroeste de su fachada principal. Lo “más grave” de todo es que la “sección vertical solida de la crestería cayó sobre la techumbre de madera y teja”, con daños serios, dio a conocer el arquitecto Jimmy Ferdy Bah Rosado, del Centro INAH Chiapas, que estuvo a su cargo la supervisión de los trabajos de recuperación del inmueble también conocido como parroquia del Sagrario.
El edificio consta de tres naves, la central, con techumbre de madera y teja de barro y dos laterales con cubiertas de losa catalana hecha de ladrillos.
Durante estos cinco años, los obreros apuntalaron las zonas afectadas, para “evitar que el coro, con el órgano cayeran y se perdieran por completo”, explica Bah Rosado. Además el edificio sufrió grietas en varios arcos pero solo dos de los que resultaron afectado, fueron reforzados.
La Catedral sufrió fisuras, grietas y desprendimiento de aplanados de muros perimetrales, pero todo se complicó horas después con la lluvia que cayó y causó filtraciones en el interior del edificio. Desde entonces se colocaron lonas y fundas plásticas sobre el techo y se afianzaron los elementos arquitectónicos que estaban afectados.
Los trabajos en el edificio consistieron en inyectar a las grietas, se reconstruyó la espadaña, se consolidaron aplanados y se reintegraron elementos decorativos, se repararon y restituyeron el coro y sotocoro, informó Bah Rosado. “Se decidió que las bóvedas catalanas de las naves laterales, las cuales resultaron con muchas fisuras, se rehicieran, sustituyendo ladrillos lesionados por nuevos”, agregó.
A cinco años del terremoto, el INAH hizo entrega de los templos de la Catedral, El Calvario y Santo Domingo, pero quedó pendiente para el resto del año continuar con la restauración del Museo de San Cristóbal, donde funcionó la presidencia municipal hasta el 2015. Con un 90% de avance en labores de restauración, el edificio solo tiene pendiente la intervención de la pintura mural, prometió el INAH.
El templo de Santo Domingo la cubierta de la nave principal, de bóveda de cañón, resultó con grietas a lo largo de la estructura, entre el arranque del cuerpo y el muro de fachada, lo que comprometió la estabilidad de la bóveda.
“Los arcos fajones, de piso a arcada, tuvieron que apuntalarse y la bóveda fue protegida con lonas. Se procedió a liberar la grieta de la cubierta, levantando todo el aplanado en la parte superior de la bóveda, hasta el nivel de los ladrillos que la conforman para, posteriormente, consolidarla. Se reforzó estructuralmente mediante abrazaderas y tensores de acero, con el fin de asegurar la estabilidad de la bóveda y los muros, artefactos que fueron instalados internamente”, detalla Bah Rosado. “Durante los trabajos se reconstruyeron las grietas en muros interiores y fisuras en torrecillas posteriores”, puntualiza.
“También se consolidaron aplanados y se reintegraron elementos decorativos. Se reparó la instalación eléctrica y se impermeabilizó con jabón y alumbre. El arquitecto del INAH asegura que el trabajo en el templo, destaca la labor de reconstrucción y “refuerzo en bóveda y arco de la capilla sur, dedicada a la Virgen del Rosario”. Este templo se restauró con un segundo contrato por el INAH y el Fonden.
El 23 de enero fue entregado el templo de Santa Lucía, que como consecuencia del terremoto sufrió daños en las torres y campanario, donde el gobierno del estado invirtió siete millones 624 mil 219 pesos.
El arquitecto Alberto Ruiz Cacho, cronista de la ciudad en el área de arquitectónica, cuestiona la tardanza en los trabajos de reconstrucción de los templos. En el templo de Santa Lucía, lamenta que se haya usado concreto para reparar las torres y campanario. “Tengo dudas en cuanto a su estructura, ¿Porqué le colocaron de esa manera? No debieron haber utilizado concreto de esta forma”. “No hay un dictamen estructural de un especialista que determine realmente el criterio de intervención”, remarca en entrevista.
Ruiz Cacho que fue delegado del INAH en San Cristóbal de las Casas, explica que de haber seguido operando como alcaldía el edificio que hoy alberga el Museo de la Ciudad, con la carga muerta, es decir, puertas, ventanas y divisiones, el edificio hubiera caído. Al momento del movimiento telúrico, el edifico se encontraba ya con las salas vacías y por “eso no se cayó”.
El frontispicio del edificio de más de un siglo de antigüedad, sufrió “un desprendimiento crítico”, pero durante la restauración donde se invirtieron más de 80 millones de pesos, “no concluyeron con el remate del asta bandera”, apuntala Ruiz Cacho. “Es una restauración mutilada, porque no cumplió con los procesos de restauración, toda vez que ahorita están usando criterios heterogéneos a su tipología constructiva del edificio”.
En el caso de la Catedral, cuestiona que la obra sea entregada con una verja de hierro perimetral en la fechada y parte lateral sur. Destrozaron la imagen de la Catedral y ahora el turista se llevará “una imagen con elementos heterogéneos a su diseño”, explica. “Esto es un agregado que verdaderamente dañan la imagen, dañan la historia del edificio. Alteran su fisonomía, con un elemento moderno que están colocando. Es algo que no va con el edificio”. “En la Catedral se hicieron modificaciones en las gárgolas de las bajadas pluviales, que modifican su originalidad”.
En el templo del Carmen se colocaron vigas en lugar del artesón de par y nudillo, pero también le pusieron láminas, que provoca que la estructura no se ventile, porque “la teja es una cámara especial de transmisión que sirve para ventilar el caballete con el alfarje”, es decir el tapiz a modo de techo.
Ruiz Cacho considera que durante estos cinco años, el INAH no llevó a cabo los procedimientos adecuados de restauración del patrimonio historio de San Cristóbal de las Casas. Está seguro que fueron varias constructoras las que participaron en los trabajos y por eso fue la demora en la entrega de los edificios.
Está seguro que hubieron “aberraciones que no fueron acordes a la recuperación patrimonial”. “¿Cómo es posible que hagan la inauguración del Musac, cuando no está terminado?”, ¿Cómo es posible que no permitan ver el expediente, para conocer cómo intervinieron el edificio?”. “Que se hagan responsables, porque la fianza de vicios ocultos únicamente dura un año”, alerta.
“Entonces hay que ver quién se va hacer realmente responsable. ¿El mismo Instituto? ¿Los mismos arquitectos? La constructora valorar su fianza de vicios ocultos para que le den el contrato a un año, pero la Ley Federal de Monumentos Históricos contempla, tipifica prisión, si no se hace una recuperación acorde a los lineamientos de restauración”, advierte.