Un grupo de 244 indígenas tsotsiles desplazados del ejido Santa Martha, municipio de Chenalhó desde el 29 de septiembre, y que se refugian en la comunidad de Polhó, pidieron a las autoridades de los tres niveles que les envíen ayuda humanitaria porque “carecemos de lo necesario y estamos sufriendo”.

Manuel Gómez Velasco, representante de los desplazados dijo en conferencia de prensa que han solicitado maíz, azúcar café, soya, carne, huevo y agua, ya que “los niños nos lo piden, pero el gobierno sólo manda un poquito maseca y sopas de pasta, sobre todo pasta”.

“El gobierno nos ha dicho que nos quiere traer a San Cristóbal, pero los niños no quieren porque tienen miedo, ya que las autoridades del comisariado ejidal tienen contacto con motonetos (pandilleros) de San Cristóbal de las Casas”, dijo Gómez Velazco.

Acompañado por algunos menores y mujeres que mostraron pancartas para solicitar ayuda, comentó: “estamos más seguros en Polhó”.

Comentó que los desplazados rentan una casa en Polhó, pero “si nos corre el dueño no tenemos a dónde ir”, al tiempo de insistir en que su exigencia principal es la entrega de víveres y ropa para los niños, porque no nos toman en cuenta”.

El representante de los desplazados aseguró que “las autoridades del comisariado ejidal y los grupos armados de Santa Martha, siguen quemando casas, tumbando árboles y robando nuestras cosecha de café”.

Agregó: A los caciques y grupos armados de Santa Martha no les bastó con quemar nuestras viviendas, expulsarnos y desaparecer a cinco de nuestros compañeros, entre ellos tres menores de edad, sino que ahora están fabricando delitos en contra nuestra, ya que nos están culpando de secuestro de Armando N. para que no retornemos”.

Los tsotsiles fueron desplazados por la disputa de 49 hectáreas entre los mismos habitantes de Santa Martha y se encuentran refugiados en la comunidad de Polhó, del mismo municipio de Chenalhó.

Sostuvo que los desplazados son “inocentes y estamos abiertos a una investigación, ya que el gobierno no pone orden ni control de esa violencia ni nos garantiza la seguridad”.

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