Su familia abrió las puertas para que el pueblo pueda acudir a despedirla
Se informó que la madrugada de este 1 de marzo murió en un hospital privado víctima de un infarto.
La cantante, actriz y política chiapaneca Irma Serrano que con su interpretación popularizó el corrido de ¨La Martina¨ en la década de 1960, falleció este miércoles en Tuxtla Gutiérrez, a los 89 años, a causa de complicaciones en el corazón, informó su sobrino nieto, Luis Felipe García Morales.
La Tigresa como era conocida, quien nació en Comitán de Domínguez el 9 de diciembre de 1933, murió en un hospital privado, a donde fue trasladada debido a que se sintió mal durante la madrugada, dijo su sobrino a la prensa.
Explicó que presentó molestias. Se estaba quejando del pecho. La familia quería estabilizarla y llevarla a la Ciudad de México, pero no sabían qué era, un médico le iba a hacer estudios.
García Morales señaló que la muerte de su tia, les tomó por sorpresa pues no padecía ninguna enfermedad grave.
Al poco rato, el médico les comentó que tuvo un problema del corazón y falleció en un hospital privado.
“Gracias a Dios no tuvo achaques ni sufrimientos, no tuvo alguna enfermedad compleja que hubiera sido un poco más difícil. Era bastante normal y muy sana; fue sorpresiva su muerte”, aseguró .
Comentó que los últimos 13 años los pasó en la capital del estado con su familia en una hamaca, intercalados con viajes a Comitán y la Ciudad de México. “Ella y su hamaca eran uno mismo”.
Expresó que Irma Consuelo Cielo Serrano Castro, como era su nombre completo, “fue una mujer libre por definición; libre, ante todo, ante todos, ante la crítica, ante la sociedad. Fue una mujer libre de pensamiento, de acción, una mujer auténtica, valiente, de verdad. No creo que haya muchas Irmas Serrano que se repitan”.
Los últimos 12 o 13 años “que vivió con nosotros fueron maravillosos para todos, con sus complejidades. Fue complejo al inicio, la adaptación, la situación de todo, pero creo que lo que la familia trató de hacer es darle la vida que no había tenido, la vida de familia”, agregó García Morales.
Contó que su tia había durante muchos años, había tenido una vida un poco más solitaria, y no tenía la de familia, de los niños, de la casa, las navidades, las fiestas, los cumpleaños, las piñatas, los pleitos y lo que tenemos todos. Sus últimos años si fueron en familia.
Esa parte como que le había hecho falta a ella; y fue la que quisimos cubrir y creo que lo hicimos medianamente bien, comentó.
Subrayó que la exsenadora de la República “pasó 13 años viviendo acá, comiendo delicioso, echando botana, paseando, disfrutando su tierra, y a su familia.
Sus últimos años los vivió en su tierra haciendo lo que quería, se ponía a colorear, se echaba a la alberca, comía nieve. Normal. Esa parte la hacía muy feliz. Creo que esa, es la parte bonita.
Además, “dejó de endiosar tanto lo material que en algún momento era el todo, y se volvió un ser humano lleno de amor; de verdad era un amor. Yo la veía jugar con mis hijos todos los días. Era maravilloso y aguantaba el ritmo, no se quejaba”.
Por el contrario, comentó que como política “fue dura. En el senado, por ejemplo, era dura con una parte del PRI; no tenía límites, era directa, tenía su estilo muy peculiar y tenía sus banderas muy bien puestas, muy definidas: el tema de los indígenas, las mujeres, los adultos mayores; tenía su agenda muy clara y definida”.
García Morales recordó que cuando realizó su primera campaña al senado por del desaparecido Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional “llenaba los foros. Es difícil ver que alguien llene como ella cualquier lugar, no eran acarreados, la gente llegaba sola. Me tocó ser parte de su campaña. Fue directa y sin medias tintas, a lo mejor polémica, pero era su estilo, congruente con ella misma”.
Los restos de Irma Serrano, están siendo velados en una funeraria de Terán, donde la familia abrió las puertas para que el pueblo pueda acudir a despedir a La Tigresa.
La familia dijo que analiza la posibilidad de trasladar sus restos a la Ciudad de México para que se le rinda un homenaje de cuerpo presente en el teatro Fru Fru.
“Es una decisión que estamos tomando en familia. La intención es que así sea, creo que el lugar en el que ella fue más feliz en su carrera artística era en el teatro. Disfrutaba mucho. Cada vez que la acompañaba en los últimos años, de verdad era una niña, disfrutaba mucho estar ahí; le cambiaba el carácter, era muy feliz, muy ocurrente, contaba 50 mil anécdotas y se revolucionaba. Creo que es un lugar al que a ella siempre le sumó grandes cosas; ahí pudiera despedirse”.
“Irma Serrano es del pueblo, no es exclusividad de nadie, siempre fue pueblo, entonces, con respeto orden y seguridad no hay por qué impedir que llegue la gente”, dijo su sobrino nieto Luis Felipe García Morales.