En Polhó, la gente se organizó y defendió: testigo

Fredy Martín Pérez.

Chis; 3 de junio.- “¡Venimos a matar los desplazados!”, gritó un tzotzil desde la carretera a la altura de Polhó, donde un centenar de hombres, mujeres y niños viven refugiados desde octubre pasado cuando fueron expulsados de sus hogares por un conflicto agrario, en la comunidad Santa Martha. El hombre empezó a disparar hacia las 16:40 horas. A los primeros disparos, “la gente se organizó y se defendió”, cuentan habitantes de la comunidad del municipio de Chenalhó.

De pronto, los agresores habían sido emboscados por un grupo armado que salió en la defensa de las 63 familias de desplazados. “La gente nos vino a echar la mano. No tenemos qué ver con esos muertos”, revela José Vázquez Gutiérrez. Hasta ahora ninguna organización armada ha reivindicado la defensa de los desplazados de Santa Martha, que desde octubre del 2022 viven en Polhó, cuando les quemaron sus hogares por un conflicto agrario.

José pudo contabilizar más de 60 minutos de intercambio de disparos de armas de fuego entre dos grupos armados en Polhó. La comunidad fue sede de uno de los 32 municipios autónomos del EZLN a partir del 19 de diciembre de 1994. Se le conoció como Magdalena de la Paz y constitucionalmente es Chenalhó.

El hombre que es defensor comunitario en derechos humanos, asegura que los desplazados no conocen de armas de fuego de grueso calibre, como las que se usaron en la tarde del viernes. “Los desplazados no conocemos ese tipo de armas de fuego”. “La gente nos vino a echar la mano”, comenta.

Lo que saben es ahora es que tzotziles de Santa Martha contrataron a un grupo armado para asesinar a los desplazados. “Un grupo armado fue contratado”, informa a los reporteros en entrevista. Al momento que escucharon que los fusiles de asalto escupían las primeras balas, entonces “se defendió la gente”. “Venían a matar a los desplazados”.

Cuatro de los muertos viajaban en una camioneta Nissan con placas CX-3143-C, con las banderas de México y los Estados Unidos plasmadas en el parabrisas. El vehículo recibió múltiples ráfagas de disparos de fusiles de asalto. Murieron el chofer, su yerno, un niño de dos años de edad y la esposa del conductor horas después expiró en el hospital.

Uno de los hombres que portaba un fusil de asalto y que viajaba en ese vehículo, recibió varios disparos en el cuerpo y una bala la destrozó la cara.

Dos tzotziles que viajaban en una Nissan tipo estaquitas de color rojo y que eran parte del grupo armado que presuntamente llegó a atacar a los desplazados, murieron en el vehículo. En la región estos tzotziles se les conoce como Los Ratones.

El séptimo fallecido se trata de Uliverio Ruiz, hijo de Fernando Ruiz, que es el tzotzil que renta una de las tres casas a las familias desplazadas de Santa Martha. El joven perdió la vida cuando se asomó en la puerta de la casa para ver qué es lo que ocurría en la carretera que enlaza Polhó con San Cristóbal de las Casas.

Este sábado por la mañana, peritos y agentes de la Fiscalía llegaron hasta Polhó, para realizar las diligencias y trasladar los cuerpos al Servicio Médico Forense en San Cristóbal de las Casas, como parte de la carpeta de investigación que se abrió por estos hechos.