Peritos de la Fiscalía General del estado levantaron la mañana de este sábado los cuerpos de cuatro de las siete personas asesinadas a balazos el viernes en la comunidad de Polhó, municipio de Chenalhó, en la región de Los Altos de Chiapas, entre ellas un niño de 3 años.

Debido a la falta de condiciones para que el personal de la Fiscalía de Justicia Indígena ingresara a la zona, los cadáveres –dos en una camioneta y uno en el piso- permanecieron 18 horas a la intemperie sin ser levantados.

Los funcionarios de la Fiscalía llegaron a las 11 horas acompañados por policías estatales. A su arribo encontraron el cuerpo de un de hombre tirado junto a su camioneta en medio de la carretera que lleva a Acteal, y a su lado un arma de grueso calibre.

El hombre fue identificado como Gilberto Pérez Gómez, era presuntamente el jefe del grupo. Tenía el rostro desfigurado, porque “lo remataron”, señalaron familiares.

En el interior de la camioneta que al frente tenía las banderas de México y Estados Unidos, y presentaba más de 50 impactos de bala, se encontraban los cuerpos Antonio Pérez Pérez, yerno de Gilberto, y el hijo de éste, de tres años.

Los tres cadáveres fueron metidos en bolsas blancas y luego trasladados a la comunidad de Tzanembolom, de donde eran originarios.

De acuerdo con pobladores, Angelina Gómez Pérez, esposa de Gilberto, murió anoche cuando era trasladada a un hospital, lo mismo que los hermanos Antonio y Gilberto Jiménez Pérez que escoltaban a Gilberto en una camioneta tipo Estaquita. Amalia y Estela Pérez Gómez, de 11 y 19 años, hijas de Gilberto están hospitalizadas.

Otro de los cadáver perteneciente a Oliverio Ruiz, se encontraba tirado enfrente de donde fue la balacera, en la casa de su padre, Fernando Ruiz, dueño de la vivienda en la que viven los desplazados del ejido Santa Martha.

El hombre fue asesinado casi frente a la casa que ocupan los desplazados, refugiados desde los primero días de octubre del años pasado en que fueron expulsados por diferencias internas a causa de disputas agrarias, luego de solucionarse el conflicto por tierras entre el ejido Santa Martha y el municipio de Aldama.

Junto a la camioneta había decenas de casquillos de alto calibre percudidos y varias casas presentaban agujeros por los impactos de bala.

La casa en la que habitan los desplazados del ejido Santa Martha, se localiza a la orilla de la carretera, en la salida de Polhó, a pocos kilómetros de la comunidad de Acteal.

Manuel Gómez Velazco, uno de los representantes de los desplazados aseguró que “el ataque era en contra de los más de 200 desplazados porque querían acabarnos, pero la gente se defendió”,

Señaló que seis de los fallecidos pertenecían al grupo presuntamente agresor.

Narró que ayer, 20 para las 5 de la tarde, llegaron hombres armados y “directamente nos vinieron a atacar. Uno de los desplazados, salió herido. No sabíamos lo que iba a pasar. Siempre hemos dicho al gobierno estatal y federal que la gente de Santa Martha está buscando la forma de cómo acabarnos. Dispararon para todos lados hacia los desplazados”.

Agregó que luego de ser atacados y de que fuera herido uno de sus compañeros, los desplazados “se defendieron”, pero aclaró que “no tenemos nada que ver con esos muertos. Hubo balacera”.

“El primero que cayó herido fue un desplazado, y luego atacaron casa por casa”, declaró Gómez Velasco.

José Vázquez Gutiérrez, defensor auxiliar de derechos humanos, declaró que “no hay seguridad para los desplazados; aunque la hemos solicitado al gobierno. Todas las comunidades tienen mucho miedo”.

Aseguró que “fue un ataque contra los desplazados, pero ellos respondieron porque ya estaba muerto Oliverio Ruiz, hijo del dueño de la casa en la que viven. Ahí empezó el tiroteo, por eso respondieron”.

Agresión entre particulares: Gobierno

El gobierno estatal informó que “se presume que esta agresión fue entre particulares y ocurrió cuando al ir circulando por la zona abordo de un vehículo, personas fueron agredidas con disparos de armas de fuego”.

Dijo que “inmediatamente después de conocer los hechos violentos ocurridos en la comunidad Polhó activó el protocolo de atención para garantizar la seguridad en esa región”.

Por lo que elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en coordinación con los tres órdenes de Gobierno, se constituyeron en el lugar de los hechos para realizar patrullajes preventivos y disuasivos en las inmediaciones, a fin de garantizar la seguridad y la tranquilidad de la población, además de coadyuvar con las autoridades en las investigaciones para el esclarecimiento de los hechos y deslindar responsabilidades”.

Manifestó que la Secretaría General de Gobierno establecerá de manera inmediata una mesa de atención integral de la población y autoridades municipales, a efecto de garantizar la gobernabilidad, la atención médica de las personas lesionadas, la seguridad jurídica y el bienestar de la población.

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