José Moreno.
Nayeli Cinco no regresó la tarde del viernes a su casa, para reunirse con sus hijas de diez y cinco años de edad, que la esperan, una semana después de que fue llevada por un grupo de hombres armados. Su liberación era la exigencia principal de los que raptaron a los 16 trabajadores de la Secretaría de Seguridad Pública, que en la tarde del viernes, al cumplirse 72 horas del rapto procedieron a liberarlos.
Los familiares de los 16 trabajadores parecían relajados. No había visos de la liberación de sus parientes casi al caer la tarde del viernes. Los reporteros que llegaron desde muy temprano a la Secretaría de Seguridad Pública, se despidieron por las personas. Pidieron que cualquier información que tuvieran que les llamaran. Solo un comunicador decidió quedarse y fue el que registró el arribo de los liberados a las puertas de la dependencia.
Los 16 hombres llegaron a bordo de un camión Ford, con placas de Chiapas y lona naranja, que se estacionó bajó de un árbol, a unos 50 metros de la Secretaría de Seguridad Pública. Una mujer al momento que vio al grupo de hombres caminar hacia la entrada a la dependencia, gritó: “¡Ahí está Tavo!”, “Ahí está Tavo!”. Los rostros eran de felicidad.
A las 15:00 horas del martes, el jardinero Abelino Moreno Reyes, de 57 años de edad, le telefoneó a su esposa Herminia Sánchez Ruiz, que estaba próximo a abordar el autobús de la Secretaría con número 50491, para viajar a Tuxtla. Llegaría a comer con ella y sus dos hijos de 30 y 14 años. Abelino se despertó antes de las 04:00 horas y una hora después, estaba rumbo al antiguo aeropuerto Llano San Juan, en el municipio de Ocozocoutla, a 35 kilómetros de distancia.
Abelino había tenido malos días, porque recién había fallecido un hermano, tiene su madre enferma y lo que gana lo usa para comprar medicinas para su tratamiento. Ese día se le olvidó llevar sus pastillas para mantenerse controlado por una obstrucción en una arteria cercana al corazón. Durante 72 horas no tomó el tratamiento.
Por la noche Herminia y sus hijos vieron en el teléfono, el video donde aparecen los 16 cautivos, donde exponían la demanda de sus captores. Que Francisco Orantes Abadía, (subsecretario de Seguridad Pública) Roberto Yahir Hernández Terán (director de la Policía Estatal Preventiva) y Marco Antonio Burguete Ramos (director de la Policía Estatal Fronteriza), hablen con los captores de la cantante Nayeli Cinco y la liberen.
Doña Martha Rincón Castillejos se le acongojó el corazón cuando vio a su hermano Mariano atrás del hombre que repetía las demandas del grupo armado.
Hoy doña Martha abrazó a su hermano. Lo encontró un poco demacrado y quemado de sol.
El jueves por la noche le pidió a Dios, que su hermano fuera puesto en libertad como un regalo para su cumpleaños. “Mi corazón está tranquilo; feliz”, comentó la mujer. “Se lo pedí a Dios que me lo diera de regalo, porque mañana es mi cumpleaños”.
El miércoles, los 16 hombres se les vio en un segundo video de 26 segundos, para pedir a los tres funcionarios que le dijera a alias “El Pulseras” que dejara en libertad a “la persona que tienen secuestrada”, porque “no tenemos que pagar justos por pecadores”. “¡Por favorrr!”, “¿Por favorrr!”.
A las 17:05 horas el camión de redilas que había entrado sobre el Libramiento Sur, con dirección para tomar la carretera que lleva a Veracruz, se estacionó bajó un árbol y cuando el motor se apagó, los 16 hombres bajaron, para caminar a hacia las puertas de la Secretaría de Seguridad Pública, donde sus familiares los recibieron jubilosos.
Algunos de los hombres tenían signos de deshidratación, con la piel quemada por el sol. Los más afectados físicamente, fueron trasladados hacia un hospital para que les realizaran un chequeo general.
Los captores de los 16 funcionarios los mantenían entre la montaña, en el municipio de Cintalapa, con escaso alimento, agua y sin medicinas.
Para la noche del viernes, Nayeli Cinco, la chica de 30 años de edad, que fue raptada el 22 de junio por un grupo armado, aún no llegaba a su hogar en el fraccionamiento Santa Clara, distante a ocho kilómetros de las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública.