En Nueva Morelia, municipio de Chicomuselo, 11 habitantes que se oponían a la minería fueron masacrados

Un niño, 5 mujeres y 5 hombres, las 11 personas asesinadas en Chiapas

José Moreno

El viernes 10 de mayo, los habitantes de Nueva Morelia aguardaban el inicio de la celebración del Día de las Madres, cuando oyeron el trajín de camionetas todo terreno que iban de un lado para otro. Eran, según testimonios, miembros presuntamente de un Cártel y su brazo armado conocido como Maíz, con acento guatemalteco, que habían tomado el pueblo donde ejecutaron a 11 mujeres y hombres, entre ellos la estudiante de bachillerato Yohari Belén Solís Arreola, de 17 años de edad.

Entre la confusión, la mayoría de los mil habitantes de Nueva Morelia, también conocida como La Lucha, vecina de la comunidad La Pinta, donde familias de finqueros comitecos tenían ranchos ganaderos, a la orilla del río Yayaguita, huyeron entre la Sierra para buscar refugio en comunidades vecinas, pero los que se quedaron en su casa, los entraron a matar. Les dieron el tiro de gracia, denunciaron habitantes que pidieron no ser identificados.

Conforme avanzaba ese 10 de mayo, el pueblo ubicado a menos de cinco kilómetros de San Ramón, del ejido Grecia, donde en el 2006 la canadiense Blackfire empezó a explotar una mina de barita, mineral que era enviado a Curacao, Vancouver y Houston, el pueblo parecía arder en llamas. Solo a lo lejos se escuchaba el cacareo de las aves que parecían asustadas por los disparos de las armas.

Los hombres con acento guatemalteco, que llegaron en camiones tipo volteo y camionetas todo terreno, profería amenazas, hasta que horas después irrumpieron presuntos integrantes de un cartel contrario, con los que chocaron durante cinco días.

Camiones con blindaje artesanal conocido como carros monstruos patrullaban las calles del pueblo en busca de sus adversarios. Las casas estaban desoladas, pero los sicarios ingresaban a ellas para incendiarlas y luego ejecutar a las personas que hallaban.

Los combates entre sicarios de ambas organizaciones se registraban durante día y noche. La noche de ese 10 de mayo, mientras el cielo se iluminaba de un púrpura intenso, algunos de los pobladores registraron con su teléfono la refriega armada.

Algunos de los campesinos denunciaron en mensajes de WhatsApp, que por la mañana de ese día, hombres que vestían uniformes militares y con vehículos Hummer los obligaron a dejar sus hogares. No tienen duda que los soldados hayan sido del 101 Batallón de Infantería, cuartel que se ubica a unos diez kilómetros, los que irrumpieron en Nueva Morelia.

“Mi familia tuvo que abandonar la colonia y fueron los del Ejército que los corrió (de la comunidad)”, dice uno de los mensajes de WhatsApp que circuló después de que Nueva Morelia se había convertido en un campo de batalla, como sucedió entre el 22 al 26 de mayo del 2023, en la comunidad El Lajerío, municipio de Frontera Comalapa, que provocó la huida de más de tres mil habitantes a poblados de Chicomuselo y a municipios de Comitán y Tuxtla.

Hace un año, que comunidades ubicadas cercanas a Nueva Morelia, denunciaron la presencia de integrantes de un cartel de las drogas y su brazo armado campesino, que amenazaban con reactivar las operaciones en la Mina ampliación La Revancha, para extraer el sulfato de bario al 97% (barita), ubicada en un área de 32.4928 hectáreas, con una afectación forestal de 9-99-99 hectáreas.

“Una parte de este mineral será vendido a una empresa a instalarse en el ejido Nueva Morelia, en el valle del río Yayaguita, a 20 kilómetros al oeste de la cabecera municipal de Chicomuselo”, se asienta en el documento: Manifestación del impacto ambiental modalidad particular: Mina ampliación La Revancha, que 15 años después de que se declaró el cierre del yacimiento, a raíz del asesinato de Mariano Abarca Roblero, que lidereaba un movimiento en contra de la explotación. Ahora se busca su apertura y se oferta la generación de “260 empleos directos y 750 indirectos”, se explica en el documento.

La denuncia de la presencia del grupo armado, hace un año, en las comunidades habitadas mayoritariamente por miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, no tuvo eco.

Los acusaron de crear un grupo de autodefensa en contra de la minería, pero los habitantes lo negaron.

Este martes, a la comunidad ingresaron elementos de la Guardia Nacional, Ejército y Policía donde hallaron los cuerpos de 11 habitantes en su mayoría jóvenes que fueron ejecutados por los presuntos sicarios.

Casas chamuscadas y dañadas por las balas, cientos de casquillos, vehículos incendiados y rastros de cristales pudieron observar los soldados y policías por las calles de Nueva Morelia como consecuencia de los cinco días de enfrentamientos.

El Colegio de Bachilleres de Chiapas, lamentó el fallecimiento de la estudiante de 17 años Yhari Belén Solís Arreola. “Tu ausencia física no apaga el brillo de tu alma en nuestros corazones. El Centro Educativo 258 Nueva Morelia se une a la pena que embarga a la familia de nuestra alumna Yohari Belén Solís Arreola. DEP. Siempre estarás en nuestros corazones”, le escribieron sus compañeros en Facebook.

Durante la incursión de los soldados y policías a Nueva Morelia, no encontraron un solo cuerpo de los sicarios que cayeron en los enfrentamientos. En las cercanías de Nueva Morelia, un incendio forestal se registraba entre las comunidades San Francisco-Las Palmas, El Rosario y Las Brisas, en la ribera del río Yayaguita.