José Moreno
El obispo auxiliar de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Luis Manuel López Alfaro, recordó a los 11 mártires, entre ellos dos catequistas, uno de ellos diácono, que fueron masacrados por un comando el pasado 12 de mayo, en la comunidad Nueva Morelia, municipio de Chicomuselo, por rechazar vincularse con el crimen organizado.
Durante una homilía, con motivo al Jueves de Corpus, en la que asistieron unas 3 mil personas, en las instalaciones de la Feria de Comitán, López Alfaro declaró que “como Iglesia nos duele” el asesinato de las personas de 15 a 73 años de edad, el 12 de mayo, en Nueva Morelia, que es entrada a una mina de barita que se pretende explotar empresarios, con la ayuda del crimen organizado.
El prelado consideró que ante una amenaza como la que recibieron las 11 personas de Nueva Morelia, días antes de ser masacrados, muchas personas pudieron haber dicho: “¡Qué le vamos hacer!”, pero eso no ocurrió con ellos. “Demostraron su oposición a unirse al crimen organizado”. “No nos aliamos contigo, porque nuestro corazón es de Dios. Ese fue su delito hermanos”.
Los 11 mártires fueron identificados como: El catequista Ignacio López Pérez, de 52 años; su esposa Isidra Sosme Temich, de 54 años; Alfonso López Pérez, de 73; Rosalinda López, de 57; Teresita de Jesús Arrazate, de 28 años; Dolores Arrazate Córdova, de 56; Yahari Belén Arreola Solís, de 28 años; Urbano “N”, de 42; Brandi “N”, de 15 años; Jole “N”, de 49 años; y Azael “N”, de 31.
De los seis hombres y cinco mujeres, cuatro fueron asesinados en diferentes casas y siete de ellos, que integraban una familia se encontraban reunidos en una vivienda, al término de la celebración dominical, dieron a conocer los obispos Rodrigo Aguilar y Luis Manuel López Alfaro, el 19 de mayo.
Después, los criminales prendieron fuego a las viviendas y dos de los cuerpos quedaron “totalmente calcinados”, agregaron.
El jueves por la noche, durante su homilía ante 3 mil fieles católicos, el obispo López Alfaro preguntó: “¿Cuál fue su delito?, de las familias que decidieron rechazar unirse al crimen organizado. “Ustedes van a caminar con nosotros ¿y qué dijeron ellos? ¿A no van a caminar con nosotros? ¿Ah no? (Porque) nosotros caminamos con Dios, no con criminales”, respondieron los mártires.
“¿Qué pasó? Fueron fieles a Dios y al final: ¿qué pasó? Son mártires. Un mártir es un testigo que tiene una fe tan grande que le dijo sí a Dios y no le importó su propia vida”.