Fredy Martín Pérez.
La violencia que se vive en el municipio de Pantelhó, donde dos organizaciones armadas se disputan el control de la alcaldía, se ha extendido a comunidades vecinas de Chenalhó, donde los habitantes han denunciado, que son asediados con disparos de armas de fuego de manera constante.
Unos 90 indígenas de Pantelhó, decidieron huir hacia Tzanembolom, del municipio de Chenalhó, debido que el territorio donde viven son hostigados de manera permanente por los paramilitares.
El martes, una comisión de funcionarios de Protección Civil arribó hasta Tzanembolom, en los límites de Pantelhó, para negociar su salida y trasladarlos hacia un lugar seguro, pero se negaron a salir.
Cuando los elementos de Protección Civil trataron de llegar hacia el auditorio donde permanecen las 20 familias, como requisito se pidió que no ingresaron elementos del Ejército, Guardia Nacional y Policía, pero finalmente los tzotziles dijeron que no saldrían de ese lugar.
Uno de los representantes de los desplazados que se identificó como Vicente “N”, habló con los funcionarios para decir que las 20 familias no dejarían el refugio. “Se negó a que se organizara la evacuación de mujeres, hombres y niños”, explicó la Secretaría de Protección Civil.
La dependencia anunció que continuará con el apoyo de alimentos y entrega de colchonetas a las familias que se encuentran en “vulnerabilidad ante el conflicto entre dos grupos antagónicos”. Las familias se encuentran ubicadas en un auditorio que contiguo a la escuela primaria de Tzenembolom.
Horas después, los habitantes de esa comunidad, dieron a conocer en un video, que desde hace más de dos años, “hemos sido agraviados constantemente” por el grupo paramilitar “El Machete”, que dirigen los hermanos Reynaldo y Fernando Ruiz, asentados en Polhó, (municipio de Chenalhó); y Javier Velasco, Daniel López, Abraham y Alberto González.
Esos seis hombres tzotziles los acusan de ser líderes paramilitares, que con sus “sicarios pagados con recursos del ayuntamiento de Pantelhó y con dinero obtenido de la delincuencia organizada, han hostigado constantemente a nuestra comunidad”, denuncia un hombre en un video. “Han cometido muchos asesinatos de nuestros compañeros, sin que las autoridades hagan nada a pesar de que llevamos años denunciando”, explica.
Acusa que en lugar de detener a miembros de “El Machete”, el Ejército, Guardia Nacional y Policía arrestan a los habitantes de Tzanembolom. “Por lo que nos queda claro que hay una colusión por parte de las autoridades”, dijo el hombre encapuchado en el video enviado a los medios de comunicación.
Como parte de los acuerdos que tomaron los habitantes de ese lugar, el 11 de julio, expulsaron a los miembros activos de “El Machete” de ese lugar. “Por lo que el Ejército ingresó (ese día) para dar seguridad a estos delincuentes, como siempre lo han hecho, ingresando a nuestra comunidad sin ningún permiso y de manera provocativa, los cuales quedaron retenidos en conjunto con integrantes del grupo El Machete. Todos quedaron retenidos por la comunidad Tzanembolom”, dan a conocer.
Pero no dice el número de soldados y miembros del grupo paramilitar “El Machete” que estarían retenidos en la comunidad, donde se encuentran refugiadas las 20 familias.
En las últimas horas, los habitantes han recibido represalias de “El Machete”, con disparos de armas de fuego de hombres que se han apostado en las montañas de los alrededores, pero hasta ahora no hay reportes de personas fallecidas o heridas. Con el hostigamiento “intentan rescatar a sus elementos”.
Hasta el miércoles 17 de julio, las autoridades de Tzanembolom no habían tenido contacto con ninguna autoridad federal o estatal. “Peor aún, tenemos amenazas del Ejército de querer entrar por la fuerza y sin importar las consecuencias”.
Los habitantes declaran que no permitirán el ingreso de las tropas de la VII Región Militar a Tzanembolom, así como funcionarios, en tanto no atiendan sus demandas, como es la liberación de tzotziles encarcelados, la detención de miembros de “El Machete”, pago por daños en cateos anteriores a la comunidad por parte del Ejército, Policía y Guardia Nacional y destitución del delegado de gobierno de Chenalhó, Misael García Consuegra, por su presunta vinculación con “El Machete”.
En la comunidad La Esperanza, de unos 700 habitantes, del municipio de Chenalhó, también en la frontera con Pantelhó, los indígenas denunciaron que son hostigados por el grupo paramilitar “Los Herrera”, que está confrontado con “El Machete”.
Los tzotziles explicaron que desde hace varios días han sido hostigados por “Los Herrera”, con disparos de armas de fuego, lo que ha provocado temor, ya que nos hombres han dejado de ir a sus parcelas y las familias tengan que refugiarse en sus hogares.