Fredy Martín Pérez
No “hay condiciones” para el desarrollo de elecciones extraordinarias prevista para este 25 de agosto, en los municipios de Chicomuselo, Pantelhó y Capitán Luis Ángel Vidal, porque “los costos son graves”, consideraron obispo de Chiapas y Guatemala.
Los obispos de los departamentos de San Marcos y Huehuetenango, Guatemala, Bernabé Sagastume y Álvaro Cardenal Ramazzini Imeri; el obispo de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez; y la encargada de movilidad humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Guadalupe Torres Campos, declararon que a unos días del proceso electoral se ha “intensificado” la violencia en esos territorios.
El territorio de la Sierra es visto por los grupos criminales con “interese económicos, políticos, extractivistas, venidos de fuera, (que) han marcado opciones, posiciones y luchas que solo con armas y grupos de exterminio que operan sin control y campante impunidad podrían ser arrasados”.
Comunidades y pueblos de Chicomuselo, Frontera Comalapa, Amatenango de la Frontera, Bejucal de Ocampo, Siltepec y Motozintla, son escenarios de constantes enfrentamientos entre grupos criminales. “Están convertido en un campo de batalla por la disputa del territorio entre grupos criminales que obligan a los hombres a ir al frente a cuidar las plumas, a cerrar caminos, ellos y sus familias enfrentan un terror que nunca imaginaron”.
En el mensaje dirigido a los tres niveles de gobierno, los obispos exponen que ahora en la Sierra Madre de Chiapas “las armas de alto calibre descargan sobre humanos, cuya lucha ha sido defender la vida, la tierra, el territorio, dando servicio animados por la Palabra de Dios, vigías de la dignidad con la que han sido revestidos como herencia y por el bautismo con sus luchas de siempre para que sus pueblos tengan vida”.
“Hoy de manera obligada, son pueblos como escudos humanos por causas de un sistema de muerte que ningún nivel de gobierno ha querido escuchar y atender en sus raíces. Ninguno ha dado credibilidad a la palabra, a la sangre derramada, a las y los mártires que ha dejado esta guerra interesada en las que el pueblo no tiene pare y se le sigue sometiendo bajo amenazas”, lamentan.
Los obispos piden a los grupos que se disputan el control del territorio en la Sierra a que cesen sus hostilidades. “En nombre del derecho a la vida, hacemos un llamado: ¡Vengan y vean!”, ruegan.
“A los violentos les demandamos, ¡Paren! Los seres humanos no son objeto de desecho. La vida es sagrada, la sangre derramada clama al cielo y el corazón no olvida la sangre que nos salpica. ¡No codiciarás las cosas ajenas! ¡No destruyas el bien de tu prójimo! Las familias han trabajado duramente por su pobre patrimonio y tienen derecho a él. Mientras tanto, han corrido para salvar la vida, aun teniendo que cruzar la frontera”, suplican.
Pero el llamado es que los tres niveles de gobierno participen en las operaciones para lograr el desarme de los grupos que pelean en la Sierra. “Urge la desactivación y el desarme de los grupos que asolan el Estado de Chiapas”, “El que cierra su oído al clamor del pobre, también clamará y no recibirá respuestas (Proverbios 21,13) en cambio dichoso aquel que vela por la justicia, acompaña en el miedo, en el dolor y en el sufrimiento, consolando, sosteniendo, liberando, porque sosteniendo, será consolado y juntos, con mujeres y hombres libres heredarán la tierra prometida”.