Por Guillermo Gazanini Espinoza | 14 octubre, 2024

Agencia Católica de Noticias / El nuevo escándalo que zarandea a la Iglesia católica en México, por abuso sexual y psicológico de sacerdotes a religiosas, se convierte también en otra prueba de fuego para los jueces del país, sometidos a escrutinio público por casos de corrupción:

¿Protegerán los jueces a quienes han encubierto a los sacerdotes abusadores o harán justicia a una religiosa reiteradamente agredida por miembros del clero?

¿La repentina citación judicial para mañana lunes del último de los casos en la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas, pretende convertirse en un «albazo» contra la monja reiteradamente agredida o será el primer paso de los jueces para poner fin al encubrimiento por parte de algunas autoridades eclesiásticas a los abusos sexuales y psicológicos contra religiosas en el estado de Chiapas?

El caso involucra al llamado «Padre Teco». La causa penal es la 08/2024, y según versiones, pretende ser nulificada, para darle «carpetazo» a un asunto grave y escandaloso.

Este nuevo caso de abuso sexual y psicológico contra una religiosa en el estado mexicano de Chiapas cobra tintes escandalosos cuando se descubre el reciente recurso empleado por quien defiende a uno de los sacerdotes ante los tribunales: mientras la monja denuncia las agresiones físicas contra ella, en lugar de que dentro de las estructuras eclesiásticas se libre una guerra contra los abusadores… ¡Ahora se pretende defender a los agresores, presentándolos como víctimas de la víctima!

Es decir, en un hecho inaudito, el nuevo abogado de uno de los sacerdotes acusados en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, presenta a la religiosa agredida como una especie de ‘abusadora’ de todos sus agresores. Dice que la monja tiene como «modus operandi» (sic) denunciar a los sacerdotes con los que ha tenido relaciones sexuales.

Las acusaciones contra la religiosa parecerían pasar por alto la sucesión de hechos hasta el momento conocidos:

1.- La ahora monja fue abusada sexualmente cuando era menor de edad, a los 15 años, cuando ella se encontraba en pleno proceso vocacional en el Estado de México.

2.- La agredida denunció por escrito todo lo sucedido a su Maestra de novicias, en documento con acuse de recibido.

3.- De la misma manera, en Confesión, le narró todo lo sufrido a un sacerdote, que era en aquél entonces el párroco, y ahora ocupa el puesto eclesiástico del agresor.

4.- Luego de registrado el abuso, la joven concluyó el proceso y se convirtió en religiosa.

5.- La siguiente ocasión fue agredida, años después, por otro sacerdote en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

6.- También en esta ocasión la religiosa denunció los hechos, en 2021. Fue atendida por el entonces obispo, quien encubrió al abusador y ofrecía una compensación económica a la monja para acallar el asunto.

7.- Finalmente, los esfuerzos de la religiosa reiteradamente agredida fructificaron y la Fiscalía del Estado de Chiapas intervino para detener al sacerdote.

8.-En todo ese trayecto, la víctima ha mantenido 25 años de vida religiosa.

9.- En todo ese tiempo, ninguna autoridad le encontró obstáculo mental o doctrinal alguno para que ella pudiera profesar incluso sus votos perpetuos.

10.- Frente a las agresiones de que fue víctima, decidió recibir asistencia profesional de carácter psicológico, pues como suele suceder en esos casos, se vio alterada emocionalmente.

11.- Ahora, su asistencia con profesionales para atender los shocks psicológicos sufridos pretende ser utilizada por la defensa del sacerdote ya detenido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, no como una demostración del daño sufrido al ser abusada sexualmente…sino como el origen de sus acusaciones contra los sacerdotes que la han agredido.

12.- En efecto, incluso la defensa del sacerdote, presunto abusador, no niega la relación sexual –lo cual de suyo es grave tratándose de un sacerdote con una monja–, sino que pretende ubicar la denuncia de tal hecho por parte de la monja, no como un abuso, sino como un «modus operandi» de la religiosa misma.

¿Puede ser sostenible tal argumentación de la defensa, cuando la monja ha tenido 25 años de vida religiosa?

Llaman poderosamente la atención en los corrillos judiciales, dos hechos significativos

  1. A) El cambio de abogado defensor del sacerdote detenido y
  2. B) La citación judicial para este lunes 14 de octubre de 2024 a las 13 horas, para debatir el cierre de la investigación.

¿De qué se trata?

Tres hechos al hilo: cambio de abogado defensor, cambio de estrategia para convertir a la víctima en victimaria, y repentina cita por parte de las autoridades para mañana lunes. ¿Qué hay detrás de todo ello?

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