Fredy Martín Pérez.

San Cristóbal de las Casas, Chis; 22 de octubre.-El sacerdote Marcelo Pérez Pérez dio 50 pasos desde que salió de la iglesia de Cuxtitali, para ponerse al frente de su vehículo, cuando un sicario llegó de frente, rodeó la camioneta Ford y le disparó con un arma desde el costado derecho. Al momento de los disparos, los feligreses se sobresaltaron, corrieron por varios rumbos, pero otros se acercaron al párroco mientras su vehículo circulaba a la deriva.

Eran las 08:54 horas de ese domingo lluvioso, cuando el sicario abrió fuego en contra del sacerdote que había abordado su vehículo que había dejado estaciona do sobre la calle La Pera. Ya inerte, el sacerdote se ladeó sobre el hombro izquierdo, mientras su vehículo se desplazaba sin control. El sicario huyó con su cómplice que lo esperaba en la calle Peje de Oro, para huir.

Este es el registro de una cámara de seguridad que el domingo registró el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, que este martes será inhumado en el municipio de San Andrés Larráinzar, donde nació y donde decidió estudiar teología.

Los feligreses se acercaron al vehículo, para abrir la puerta, pero el sacerdote había muerto. A los pocos minutos llegaron los paramédicos, pero ya no había nada qué hacer, solo esperar los peritos de la Fiscalía que realizarían los trabajos.

Varias mujeres se organizaron al terminar los trabajos de los peritos, para realizar una oración en el lugar donde fue ejecutado el sacerdote. Algunos feligreses llevaron velas y flores que colocaron en la banqueta.

Este martes, dos días después del asesinato, el cuerpo del sacerdote será inhumado en la parte posterior del templo de San Andrés Larráinzar, lugar donde vivían sus padres y hermanos.

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