Tres años de terror en Frontera Comalapa durante un ayuntamiento del Morena

Fredy Martín Pérez.

El periodo de gobierno municipal en Frontera Comalapa, del 2021-2024, que presidió Alejandro Mérida González, fue donde se generó el mayor nivel de violencia en ese lugar, ya que es cuando el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)-Cartel Chiapas Guatemala y su brazo armado Maíz, tomaron el control de todas las actividades de la cabecera municipal, incluso la seguridad del municipio y es en ese lapso, en el que más de un centenar de hombres y mujeres fueron desaparecidas y asesinadas, aseguran pobladores.

En el 2021, cuando aún imperaban restricciones sanitarias por la pandemia de Covid, Mérida González llegó en octubre de ese año a presidir el concejo municipal de Frontera Comalapa, por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Los comalapenses no se reponían del golpe que les generó el Covid 19, cuando de un día para otro, hombres que se identificaban como miembros del Maíz, que habían militado en organizaciones sociales y partidos políticos, los visitaron para advertirles que a partir de ahora, si querían que su negocio siguiera funcionario, deberían pagar derecho de piso.

Además de la cuota mensual, los comerciantes, taxistas, dueños de locales en el mercado y vendedores ambulantes, estaban obligados a montar guardias, en las principales entradas al municipio, para que no fueran sorprendidos por sus enemigos del Cártel de Sinaloa, que tenía el control de comunidades de los alrededores. Oponerse a participar en los bloqueos, se castigaba con multas de hasta tres mil pesos, pero si se resistía, entonces las personas eran levantadas para ser tableadas, castigo que se generó en el Ejército mexicano y que copiaron las organizaciones criminales.

Los propietarios de tiendas de abarrotes, farmacias, ferreterías, de materiales para construcción, restaurantes, peluquerías, comerciantes ambulantes, locatarios y taxistas también estaban obligados a pagar el derecho de piso y participar en los bloqueos carreteros. Decenas de personas no aguantaron y decidieron huir hacia Tapachula, Tuxtla, Villahermosa, Ciudad de México y otras ciudades de la frontera norte. “Hubo un éxodo de habitantes desde que inició la violencia en el municipio”, dice un habitante.

Los habitantes de comunidades rurales donde se registraron choques armados, no esperaron y prefirieron huir hacia Chicomuselo, Motozintla, Bella Vista, La Grandeza y otros ubicados en la Sierra Madre de Chiapas, que aún estaban bajo el control del Cártel de Sinaloa, organización a la que consideraban que “no se metía con la población civil”.

Mientras Frontera Comalapa ardía por la violencia, su alcalde despachaba tranquilamente en Tuxtla, capital de Chiapas, a 227 kilómetros de distancia. En esporádicas ocasiones llegaba a visitar a unas comunidades, para poner en marcha algunas obras, pero después ya no se le volvía a ver en meses.

El grupo de marimba que amenizaba en el parque central dejó de tocar durante varios meses, debido a la ausencia de personas que llegaban al parque. Los productos de la canasta básica se encarecieron, porque los adversarios del CJNG tenían bloqueos en los alrededores de la cabecera municipal y no permitían el paso de mercancía, en represalia por la desaparición de hombres ligados al Cártel de Sinaloa.

La violencia en Frontera Comalapa tiene su punto de partida el 10 de noviembre del 2021, con la ejecución de José Fernando Cruz Montejo y dos de sus guardaespaldas, en la comunidad Quespala, que provocó enfrentamientos entre el CJNG y Cártel de Sinaloa, en varias comunidades. Esto obligó a los pobladores que se declararan en alerta, establecieran bloqueos, levantaran barricadas y abrieran zanjas para evitar el paso de vehículos con blindaje artesanal que llegaban procedentes desde Guatemala, por pasos clandestinos.

Por la violencia que ya se vivía en el municipio, el 25 de julio del 2021 no se pudieron realizar elecciones, por lo que el Congreso nombró como presidente del concejo municipal para el periodo del 1 de octubre del 2021 al 30 de septiembre del 2024, a Alejandro Mérida González, un ginecólogo, dueño de una clínica en la cabecera municipal.

Los pobladores del lugar, que piden no ser identificados, aseguran que Mérida González “entregó” el ayuntamiento a los líderes de la organización criminal que mantenía el control del municipio. “La Policía Municipal estaba bajo el mando de la organización Maíz”, que había sido fundada por Vladimir López Orantes, alias El Ruso, su primo Roger Roblero López y Antonio Martínez, alias El Toño. Los tres parientes del alcalde interino José Antonio Villatoro Herrera, detenido el domingo, acusado de desaparición forzada de personas, desvío de recursos del erario, homicidio y otros.

Los lugares cuentan que células del Maíz, obligaban a hombres, adolescentes a bloquear accesos a la cabecera municipal, ante el temor de que fueran sorprendidos por sus adversarios. “Aquí estamos en Candelaria, por El Lajerío, nos mandaron a traer. Aquí vamos a estar (en vigilancia) 24 horas”, reveló un habitante de la cabecera municipal a su familia, el 8 de noviembre del 2024, en un mensaje de audio de WhatsApp. En mayo del 2023, las organizaciones criminales que se disputaban el control del municipio, chocaron durante varios días, lo que provocó que más de tres mil personas dejaran sus hogares. El Lajerío está ubicado a unos 18 kilómetros de la cabecera municipal.

Por ese mes, Frontera Comalapa se quedó sin servicio de energía eléctrica, pero la suspensión de energía volvió a repetirse en el mes de septiembre del 2024, lo que generó escasez de alimentos, falta de combustible y cancelación de los servicios bancarios. El 4 de marzo de ese año, la tienda Aurrera anunció que cerraba sus puertas. La actividad comercial iba en picada, pero los líderes del Maíz, ya tenían bajo su control la venta de abarrotes a lo largo de la frontera con Guatemala. Comerciante que se negaba a pagar, debía enfrentar desde una tableada o un asesinato, explica un lugareño de Guatemala, que iba todas las semanas a surtirse de alimentos perecederos en el mercado.

La suspensión de la energía eléctrica también provocó temor entre los pobladores que habían quedado incomunicados de sus familiares que habían huido a otros municipios al inicio de la violencia. Una mujer explicó que en las ocasiones que se quedaban sin energía eléctrica, porque eran cortadas las líneas de tendido en la Sierra, no podía conciliar el sueño. “Cerca de la casa podíamos escuchar el paso de los vehículos a alta velocidad y las motos que se detenían cerca de la casa. Por momentos, pensaban que vendrían por nosotros”, comentó.

Los comalapenses vivían entre dos frentes de guerra. Estaban bajo la mira de las células del Maíz, pero temían caer en manos del Cártel de Sinaloa. Los que salían hacia Comitán para hacer compras, ir a consulta médica o hacer otro tipo de trámites, debían mostrar su credencial de elector en los retenes que mantenía el Cartel de Sinaloa, sobre la carretera Panamericana. Llevar una identificación con domicilio en la cabecera municipal. podía generar sospechas de estar vinculado con el CJNG y la organización del Maíz.

Así, decenas de hombres y mujeres desaparecieron en el tránsito entre la cabecera municipal, hacia la frontera con Guatemala, Motozintla y Comitán. Uno de los primeros hombres que fue reportado como desaparecido fue el guatemalteco Tirso Oswaldo López Vega, de 57 años de edad, que iba a bordo de una motocicleta el 31 de mayo del 2021, en la comunidad El Jocote, lugar donde el CJNG mantenía un retén permanente con hombres y hombres armados en los alrededores.

En una carta reciente envida al gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, los habitantes de Frontera Comalapa, aseguran que en estos tres años y medio que el CJNG mantuvo el control del lugar, hay más de un centenar de hombres y mujeres desaparecidos y asesinados. “Esta organización (Maíz) es responsable de más de 100 ejecuciones y desapariciones, así como el cobro de cuotas y extorsiones en la zona”. “Los del grupo del Maíz se hacen los santos ahorita que están los Pakales (Grupo Especial de la Policía Estatal) que tomó el control del municipio desde el 29 de diciembre, dicen una carta firmada por “Ciudadanos de Frontera Comalapa”.