A través del bordado, la exposición cuenta las historias de siete personas buscadoras en México, Honduras, Guatemala y El Salvador, que fallecieron sin localizar a sus seres queridos.

San Cristóbal de las Casas, Chis. 10 Mayo.- Para honrar la labor de quienes han dedicado su vida a buscar a un ser querido migrante desaparecido en su tránsito hacia Estados Unidos, y que dolorosamente han fallecido sin encontrarles, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), inauguró este sábado en el Museo de San Cristóbal (MUSAC) la exposición itinerante “Tejer memoria: el legado de quienes nunca dejaron de buscar”.

En México, Guatemala, El Salvador y Honduras, miles de personas buscan a un ser querido desaparecido y muchos han fallecido sin haberlo encontrado. La exposición itinerante, recuerda estas personas desaparecidas en contextos de conflictos internos armados del pasado, y en el corredor migratorio que se extiende desde Centroamérica hasta Estados Unidos, explicó Miguel Ramírez, jefe de operaciones del CICR en la república mexicana.

Ramírez señaló que, de acuerdo a cifras oficiales, hay 128.231 personas migrantes desaparecidas, de las cuales 1.542 desaparecieron en Chiapas de acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas. En Chiapas los últimos tres años han aumentado las desapariciones como consecuencia de la violencia.

“En esta entidad, las mujeres, las comunidades indígenas, las infancias y adolescencias, así como las personas en tránsito, se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad ante la desaparición”, dijo.

Ramírez González expresó durante la inauguración de la muestra: “Cada madre y cada familia que busca a un ser querido enfrenta una dolorosa carrera contra el tiempo. Hoy recordamos que hay miles de familias que aún buscan, que merecen saber qué ocurrió con sus seres queridos, y que su derecho es una deuda pendiente que urge saldar”.

La exposición, cuenta siete historias sobre familias de personas desaparecidas, dos historias corresponden a personas desaparecidas en México y el resto son de Guatemala, El Salvador y Honduras, países en los cuales ya fue exhibida durante 2024.

La exhibición, busca visibilizar las historias de Lupita, María Demetria, Gustavo, Teodolinda, Paula Martín, Marcelina y Cony, quienes dedicaron su vida a buscar a sus seres queridos, y cuya memoria ha quedado plasmada en tela bordada como un acto de dignidad, “se trata de colocar en el centro a aquellas personas que buscando a su ser querido han perdido la vida, y que justo en ese desafío nunca supieron cuál fue la suerte y la situación en que desapareció su ser querido”, agregó.

Jannet Carmona, coordinadora en México del programa de personas desaparecidas del CICR, expuso que la exposición nació de las preocupaciones de las familias en México y América Central, y fue elaborada con ellas.

“Hemos visto que el arte tiene la capacidad de tocar el corazón y sostener la memoria; por eso, cada puntada tejida en la exhibición es una forma de decir a las familias que no están solas, y un esfuerzo para que su labor de búsqueda y sus seres queridos no caigan en el olvido”, resaltó.

Las desapariciones en Chiapas

El personal de la CICR, expresó que, como parte de su labor humanitaria en México, escuchan las necesidades de los familiares de personas desaparecidas; “comprender mejor sus retos y necesidades humanitarias es fundamental para diseñar con ellas respuestas que se adapten a sus contextos”.

Señalan que, para las familias, posicionar públicamente sus exigencias en el marco de fechas conmemorativas como el 10 de mayo, favorece a la visibilidad y el reconocimiento de sus necesidades tanto a nivel institucional como social.

“En Chiapas, han expresado la importancia de contar con servicios institucionales cultural y lingüísticamente adecuados, así como con intérpretes que faciliten la comunicación. También han señalado el valor de redes de apoyo empáticas que las acompañen de manera respetuosa y solidaria. Es primordial que se reconozca su capacidad de agencia y de organización”.

Para la Cruz Roja Internacional, la desaparición de personas en Chiapas se presenta en un contexto en el que también se manifiestan otras consecuencias humanitarias vinculadas a la violencia, como el desplazamiento interno y la movilidad humana. Destacan que algunas familias, por ejemplo, han tenido que desplazarse como parte de sus esfuerzos de búsqueda o debido a situaciones de riesgo.

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