Tuxtla Gutiérrez, Chis. 2 Julio.- Luego de firmar un acta de acuerdo entre pobladores de la comunidad tojolabal de Guadalupe Tepeyac, autoridades del IMSS, un representante de la Secretaría de Gobierno, regidores de Las Margaritas y miembros del Comisariato ejidal, teniendo como testigo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), fue reabierto el Hospital Rural IMSS – Bienestar.
Las partes firmaron un acuerdo que se logró después de varias reuniones entre diferentes autoridades, entre ellas las del IMSS y el alcalde de Las Margaritas, Jorge Luis Escandón, bajo la mediación de la cuarta y la quinta visitadurías de la CNDH.
El miércoles 1 de julio, los empleados llevaron a cabo trabajos de limpieza exhaustiva del hospital y del albergue, y este jueves el nosocomio estaba operando “al cien por ciento”, confirmó el IMSS.
En el convenio, el IMSS se comprometió a dotar de equipos para nuevos servicios como, rayos X, tomografía, ultrasonido, además de contratación de mas personal para mantener en funcionamiento continuo el hospital, así como el abasto oportuno de medicamentos.
A su vez, los regidores del ayuntamiento de Las Margaritas, se comprometieron a gestionar la construcción de 2 baños (uno para hombres y otro para mujeres) para los usuarios del hospital; atender la recolección de basura generada por el nosocomio y la reparación del comedor del albergue comunitario del nosocomio.
Las autoridades comunitarias de Guadalupe Tepeyac, prometieron garantizar la seguridad e integridad de los trabajadores del hospital y participar activamente en el Modelos de Contraloría Social a través de la figura del Aval Ciudadano. Las partes acordaron una reunión de verificación de cumplimiento de acuerdos en 45 días de la reapertura.
“Después de los lamentables y comprensibles hechos ocurridos el pasado 10 de junio, que derivaron en la evacuación de las instalaciones, este 1 de julio, el hospital reabre sus servicios con el compromiso de mejorarlos paulatinamente, como respuesta noble y responsable a las demandas de los pobladores del ejido y de un sinnúmero de comunidades de la región”, comentaron funcionarios del gobierno.
Los aproximadamente 70 trabajadores y personal médicos, fueron retirados del hospital el pasado 10 de
junio, luego de que algunos habitantes amarraron y golpearon al director, Miguel Ángel Palacios Castro, a quien responsabilizaban de la muerte de un paciente, por lo que se suspendieron los servicios de salud en la zona.
El hospital atiende a más de 70 mil habitantes de diferentes comunidades de la zona, situada en la selva Lacandona, que durante tres semanas se quedaron sin atención médica.