El contexto general
Hace unos días inició simbólicamente el proceso electoral intermedio del 2021. La señal de “arranque simbólico” fue la llegada de Eduardo Ramírez Aguilar a la presidencia del Senado.
A partir de allí, en Chiapas comenzaron los rumores; las aseveraciones, las afirmaciones y los transcendidos.
Las fichas comienzan a moverse. El proceso electoral del 2021 se dará en un contexto extraordinario.
En primer lugar la pandemia del Coronavirus; desnudó a una clase política local que tomaba fotos divulgándolas por redes sociales, dando apoyos a la población para promocionar su imagen.
Pero, cuando ante la pandemia; se necesitó la solidaridad de la clase política. Esta no apareció por ningún lado. Tampoco aparecieron los presidentes municipales.
Por lo que lo más seguro es que la desaparición de la clase política estatal ante la pandemia, pase factura a los aspirantes a cualquier cargo popular.
Otro tema de frente al proceso electoral 2021, será la fuerza de MORENA. Una fuerza que se basa en la figura presidencial.
Una fuerza que descansa también en la ausencia de otras instituciones políticas. Sencillamente, hay un rechazo mayoritario hacia otros partidos políticos. Poco se sabe del PRI, del PRD, del PAN.
Sin embargo, un asunto es no tener fuerza electoral para ganar en las urnas; y otra cosa es renunciar a las prerrogativas electorales.
Las fuerzas políticas distintas a MORENA, lucharán electoralmente para mantener las prerrogativas financieras. Básicamente solo eso. Obviamente, en el proceso electoral del 2021 veremos alianzas electorales para desbancar a MORENA.
Al día de hoy; no parece que ningún partido político pueda competirle a MORENA. Sin embargo, en estas condiciones, MORENA parece que será su propio enemigo.
Recordemos que al partido político en el poder, lo integran distintas corrientes de pensamiento que giran en torno de Andrés Manuel López Obrador. En MORENA hay experredistas, expriístas, exverde ecologistas. Ex de todo.
En Chiapas, básicamente; se pueden distinguir cuatro grupos Morenistas, que si bien hasta el momento no están enfrentados entre sí; en las elecciones intermedias pueden hacerlo.
El primer grupo es el cercano a Andrés Manuel López Obrador.
Está integrado por el super delegado, José Antonio Aguilar Castillejos, el subdelegado Jorge Horacio Díaz, ex esposo de Manuela Lopez Obrador, y ahora casado con una sobrina del gobernador Rutilio Escandón Cadenas, Johana Escandón Coutiño, presidenta de la Red por Mujeres por Chiapas que integra a 800 mujeres artesanas de 35 municipios. La diputada federal y prima hermana del presidente Manuelita Obrador Narváez, y obviamente el hoy desaparecido políticamente, Pío López Obrador.
Un poco más independientes; pero también cercanos a López Obrador, están los hermanos Morales Vázquez; Plácido y Carlos.
El segundo grupo de Morenistas es el cercano al gobernador del Estado. Básicamente lo integran todos los que lo acompañaron en su campaña política y quienes también están en la administración pública estatal.
Menos visibles hasta hoy; hay otros dos grupos.
Son los que podríamos denominar “Neomorenistas”
En este tercer grupo, podemos aglutinar primero; a los ex verdeecologistas. Obviamente los líderes son el exgobernador Velasco Coello y el presidente del Senado, Eduardo Ramírez Aguilar. Quienes -y no hay que desestimar esto- tienen una fuerza desde varias alcaldías locales, conocen a los actores políticos locales. Muchos de ellos les deben su carrera política.
El cuarto grupo de morenistas, se aglutinan en torno al Director General del Seguro Social, Zoé Alejandro Robledo Aburto. Más sofisticados, ese grupo se mueve en las aguas políticas nacionales.
Hay alcaldías en juego. Hay diputaciones locales y federales en juego. Y hay también la necesidad morenista de relevar la dirigencia nacional y estatal.
Todo ello, seguramente provocará un choque de trenes. Morenistas enfrentados entre ellos. Seguramente la ciudadanía verá como “los negativos” de cada grupo saldrán a la luz.
Sobre el primer grupo, el cercano a Andrés Manuel López Obrador, el del super delegado Aguilar Castillejos, el subdelegado Jorge Horacio Díaz y la diputada federal Manuela Obrador y Pío López, les pesaran los negativos de los videos de Pío López.
Sobre el segundo grupo, el del Gobernador, será la falta de resultados en el ejercicio de gobierno.
Sobre el tercer grupo, pesa el chapulineo político. El saltar de un partido a otro dejando una huella también de falta de resultados de transparencia en el ejercicio de los recursos públicos.
Para el cuarto grupo, el de Zoé, pesará la ausencia. La falta de como decimos coloquialmente, “arrastrar el caite” en las comunidades del estado.
Rumbo a las elecciones del 2021, MORENA para renovar su dirigencia nacional, se “movió” en Chiapas.
Aquí estuvieron sus dos aspirantes a dirigirlo nacionalmente.
Mario Delgado estuvo en Tapachula, hace 8 días y se dejó ver con el diputado federal Miguel Prado, quien a su paso por la delegación de Sedesol un desaseo en el manejo de los recursos públicos, pero que ahora tiene el «manto protector» de Morena.
Y Gibran Ramírez estuvo en Tuxtla y Tapachula, el jueves 3 de septiembre.
Ahora bien
¿Cómo se han movido los actores políticos locales rumbo al 2021?
Este fin de semana después de unos tuits que puse en twitter, rápidamente el diputado Miguel Prado de los Santos salió a desmentir cualquier aspiración de llegar a la dirigencia estatal de Morena.
En días anteriores Prado se había dejado ver apoyando a Mario Delgado en campaña para la dirigencia nacional.
¿Qué pasa a nivel local, en los municipios del estado?
Se dice que Yamil Melgar tiene aspiraciones a la alcaldía de Tapachula. Esto a pesar de ser fuertemente cuestionado por las cúpulas empresariales por su pasividad ante la pandemia.
En San Cristóbal de las Casas; Juan Salvador Camacho Velasco, hijo de Manuel Camacho Solís y primo hermano de Manuel Velasco, y actual diputado local, aspira y se dice que trabaja por la alcaldía.
Así también la diputada federal Claudia Martínez y la diputada local Patricia Mass Lazos.
En Comitán, los rumores políticos apuntan hacia la diputada Elizabeth Bonilla como aspirante a la alcaldía por MORENA. Se dice que cuenta con el apoyo de la estructura política estatal.
En Ocosingo, los morenitas están seguros que la nominación del partido, recaerá sobre Jandi Elizabeth Albores González; la hermana de la Secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores.
En Tuxtla; Se dice que las bases de MORENA empujan a Marcelo Toledo como un aspirante a la alcaldía.
Se menciona también a María Mandiola. Aunque cada vez menos.
Ahora bien; las otras fuerzas políticas también se mueven.
El PRD renovó su comité estatal. Hicieron un enroque, entre César Espinosa y José Antonio Vázquez Hernández, el famoso Camarón, dirigente de la CIOAC, quien de ser secretario general pasó a dirigente el sol azteca y César Espinosa ahora despacha como segundo de a bordo.
En el PRI ratificaron a Julián Nazar, pero también empuja por la dirigencia Rubén Zuart que fue Senador suplente de Roberto Albores Gleason.
En el PVEM nombraron a Jorge Manuel Pulido López, cercano y ex operador político en la región fronteriza del ex gobernador Manuel Velasco, en cuyo gobierno se desempeñó como presidente del Órgano de Fiscalización del Congreso, director del Cobach, Secretario del Campo, entre otros cargos.
En Comitán, se dice que el PVEM promueve a la esposa del exalcalde Mario Fox, Estrella Yamileth Molina Guerra, nombrada dirigente municipal.
Por otro lado, en Tuxtla aparece en los medios el exgobernador interino Willy Ochoa. Quien durante esta pandemia, ha sido una voz discordante y crítica y que ya se verá si le alcanza por lo menos para aspirar a la alcaldía.
Así las cosas con la clase política estatal.
Donde lo único seguro es que habrá un choque de trenes. Y que probablemente, ese choque, vendrá desde los grupos de MORENA.