Foto portada: Frayba
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó al gobierno de Chiapas a impulsar –con carácter urgente y con la participación activa de las propias comunidades indígenas– estrategias efectivas en materia de seguridad pública, educativa, de salud y agraria que ayuden a lograr la conciliación entre los pobladores de los municipios de Aldama y Chenalhó, quienes actualmente se encuentran en conflicto.
“Resulta preocupante la situación de inseguridad e inestabilidad social que prevalece entre los habitantes de estos municipios, circunstancia que evidencia que los esfuerzos del gobierno local para garantizar la vida, la integridad personal y la seguridad de las comunidades indígenas que habitan en la región, han sido notoriamente insuficientes”, señaló el organismo en un comunicado.
De igual forma, la CNDH indicó que en meses recientes “se han agudizado las diferencias sociales entre las propias comunidades, imperando la ingobernabilidad y persistiendo zonas de conflicto a causa de agresiones mutuas con armas de fuego de uso exclusivo del Ejército”, lo cual ha dejado un saldo de personas muertas o heridas, además de daños materiales y el desplazamiento de familias.
“No pasa desapercibido –dijo la CNDH– que el 31 de julio de 2020, en presencia del Gobernador del Estado y Autoridades Federales, se ratificó el Acuerdo de no agresión entre los Municipios de Aldama y Chenalhó, Chiapas, suscrito el 4 de junio de 2019, entre autoridades municipales y el gobierno del estado; pacto que se mantiene vigente, pero que en la realidad pone de manifiesto su ineficacia”.