Ciudad de México. La Caravana de Madres Centroamericanas que buscan a sus hijas e hijos migrantes desaparecidos por México viajaron de manera virtual a Coahuila, Tamaulipas y San Luis Potosí, tres de las entidades de la frontera norte del país de mayor destino de personas migrantes y también de mayor riesgo.
En su décimo sexto año consecutivo que visita México para buscar y exigir la aparición con vida de sus hijas e hijos, la Caravana de Madres Centroamericanas pudo llegar hasta la frontera del país, donde en otros años no habían podido acceder por la peligrosidad de la zona. En esta ocasión y a consecuencia de la pandemia por COVID-19, el recorrido de las madres se hizo de manera virtual, lo que les permitió presentar sus casos en las entidades fronterizas del norte.
La primera visita se hizo el pasado 9 de diciembre a Coahuila y San Luis Potosí, donde madres provenientes de Guatemala, Honduras y el Salvador presentaron casos de mujeres y hombres desaparecidos, según la última información que recibieron, en estas dos entidades.
Los nombres que dieron las madres son Juan Guadalupe Ramos Pérez, quien desapareció desde 2013, Kenia Cruz, desaparecida en 2016; Marvin Álvarez Portillo, desaparecido desde 2010, los tres en Reynosa, Tamaulipas; así como Edgar Gómez, desaparecido en 2010 en Piedras Negras, Coahuila y Eduardo García, que desapareció en 2010 en San Luis Potosí.
La madre de este último, Irma Yolanda García, relató que en 10 años de búsqueda ya presentaron la denuncia formal en México pero hasta ahora no ha recibido ninguna información sobre su familiar. Otras madres expresaron: “Le pedí a diosito que no me fuera a llevar en la pandemia porque yo tengo que encontrar a mi hijo (…) si ya murió, yo quiero que me ayuden a traerlo para darle entierro”; “he ido cinco años en las Caravanas que vamos a México, he buscado en los centros de detención, calles, cárceles, parques. Hemos andado buscándolos con muchas madres que están en la misma situación que yo”, “yo le exijo a las autoridades que busquen a mi hija, hace cinco años que les pedí una respuesta y exijo esa respuesta”.
El 11 de diciembre, la Caravana visitó de manera virtual la entidad Tamaulipas. En esta sesión, la religiosa Catalina Carmona Librado, coordinadora de la Casa del Migrante Nuestra Señora de Guadalupe, señaló que si bien cerraron el albergue unos días, actualmente lo mantienen abierto hasta 75 por ciento de su capacidad porque las necesidades de las personas de migrantes no cesaron, entre ellas las que son víctimas del crimen organizado, cuyos ataques son “cada vez más agresivos y más frecuentes”.
CarmonaLibrado agregó que este año los albergues de la frontera norte también han tenido un incremento de personas centroamericanas deportadas por Estados Unidos. Asimismo, ha habido un aumento de actos de corrupción por parte de las autoridades, quienes piden sobornos a las personas migrantes para atender sus trámites de solicitud de refugio.
Caravana se reúnen con familiares
Como parte de esta jornada, este 14 de diciembre la Caravana se reunió con autoridades mexicanas de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra Personas Desaparecidas, la Comisión Nacional de Búsqueda, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Ana Enamorado, del Movimiento Migrante Centroamericana, explicó que durante este encuentro se espera que las familias accedan a los expedientes y las autoridades les informen sobre el avance en sus casos particulares. En la primera reunión de este día no se presentó ningún avance sino que a lo largo del día se reunirán con las familias de manera individual.
El abogado Armando Barrera, que acompañó a las madres en esta reunión, declaró que observaron una apertura hacia el movimiento de la Caravana pero “no es suficiente un compromiso político, las familias siempre requieren acciones de búsqueda específicas”. De acuerdo con el defensor, sólo existen “búsquedas en papel”, que son oficios de múltiples autoridades; no obstante, lo que las familias exigen es que se hagan búsquedas en territorio y que haya un trabajo coordinado entre las autoridades.
Por su parte, Anita Zelaya, que busca a su hijo desaparecido desde hace 18 años, relató que dijo a las y los funcionarios que las madres regresan muy decepcionadas año con año tras reunirse con las autoridades, toda vez que sí se reúnen con ellas pero dejan el caso una vez que se va la Caravana a los países de origen.
En estas visitas que constituyen la Caravana, las madres presentan los casos de sus familiares e intercambian palabras con representantes de las instituciones, albergues y organizaciones civiles que acompañan y brindan información a las madres centroamericanas.
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