Por: Hazel Zamora Mendieta

Cimacnoticias | Ciudad de México.- 10/07/2018

En las elecciones del 1 de julio los resultados de elevar a rango constitucional el principio de paridad de género se hicieron tangibles: por primera vez las mujeres serían mayoría en el Senado de la República mientras que en la Cámara de Diputados, quedaron a sólo ocho escaños de diferencia para ser el primer parlamento paritario.

Según los resultados preliminares arrojados el pasado 2 de julio por el Instituto Nacional Electoral (INE) las mujeres obtendrían 65 curules en el Senado y los hombres 63, en tanto, en la Cámara de Diputados las mujeres tendrían 246 escaños y los hombres, 254.

Y no sólo eso, ambas cámaras las lidera un partido relativamente joven que se colocó en este proceso electoral: el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) dirigido por Andrés Manuel López Obrador, también electo Presidente.

Esto le dio a las mujeres de Morena una amplia representación en el Congreso de la Unión pues de todos los espacios ganados para las mujeres (311), se quedarán con 38 por ciento de la representación en el Senado, lo que significa que obtendrán 25 curules, mientras que en la Cámara de Diputados obtuvieron 40 por ciento de representación, lo que se traduce en 98 lugares para las morenistas.

La alta presencia femenina en las elecciones 2018 es el resultado del trabajo de legisladoras y defensoras de los derechos político-electorales de las mujeres, que por años abogaron por la representación equitativa en el Congreso de la Unión, demanda que comenzó a concretarse en 1992 con la introducción de las cuotas de género (60-40) y evolucionó en 2014 a la paridad de género, introducida con la reforma constitucional político-electoral que obliga a los partidos a postular 50 por ciento de mujeres a candidaturas a diputaciones federales y senadurías.

MUJERES LIDERAN SENADO

El cómputo de votaciones que hace el INE permitió vislumbrar un día después de las elecciones, que por primera vez en el Senado, un espacio ocupado históricamente por varones, la presencia de las mujeres será mayoritaria.

En el periodo de 2000-2006 el Senado fue integrado únicamente por 15 por ciento de mujeres  (20 mujeres y 108 hombres). A 18 años de distancia, terminó la brecha de género en este lugar pues de acuerdo con los datos del INE, serían 46 senadurías a favor de las mujeres por el principio de mayoría relativa (elección por voto) y 19 por el principio de representación proporcional.

Es la primera ocasión que el Senado se renueva bajo el principio constitucional de paridad de género por lo que el INE en estas elecciones incorporó reglas para cumplirla: encabezar las listas de candidaturas de la mitad de las entidades por mujeres; las listas de candidaturas de mayoría relativa integrarlas alternadamente por una fórmula de mujeres y otra de hombres; y por el principio de representación proporcional, tenía que encabezar una fórmula integrada por mujeres.

Las mujeres de Morena se llevarían 25 senadurías, apenas detrás de ellas están las del Partido Acción Nacional (PAN) con 11; mientras que las legisladoras del Partido Encuentro Social (PES) -que formó coalición con AMLO- como del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganaron siete; los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista (PVEM) obtuvieron cuatro senadurías respectivamente; y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) se quedarán con 3 cada uno; Nueva Alianza únicamente tendrá una.  

DIPUTADAS A UN PASO DE LA PARIDAD

También se perfila que la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados (que toma posesión en septiembre de 2018 al 2021) tenga el mayor número de mujeres en la historia de México. Con 246 legisladoras (49 por cierto) es un parlamento casi paritario, a ocho curules de igualar la representación de los hombres, quienes serían 254 diputados federales (51 por ciento).

Del resultado preliminar de las elecciones del 1 de julio se indica que por el principio de mayoría relativa, las mujeres obtuvieron 147 diputaciones federales y 99 por el principio de representación proporcional, informó el INE. La instancia recordó que esos lugares se aseguraron  porque se convino este año que al menos dos de las cinco listas de representación proporcional debían estar encabezadas por mujeres.

Al igual que en el Senado, las militantes de Morena ganaron en San Lázaro, alcanzando 39 diputaciones (mismas que sus pares varones de Morena); las panistas 24, las priistas cuentan con 17, las perredistas seis, del MC y PVEM cinco cada partido y tres del PT.

Otro logro es la representación de candidaturas indígenas toda vez que el INE acordó con los partidos políticos que debían postular candidaturas a diputaciones federales integradas por personas indígenas en 13 distritos, de las cuales siete deberían corresponder a mujeres. No obstante, a la cámara baja únicamente llegaron 4 mujeres indígenas.

RETO: IGUALDAD EN EL PODER

La politóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alicia Luna Salazar, comentó en entrevista para Cimacnoticias, que ahora que en el Congreso mexicano se alcanzó la paridad de género, el reto está en que las mujeres ejerzan el poder político en igualdad de condiciones que sus pares varones; presidan cargos de poder e impulsen y aprueben reformas que favorezcan a las mexicanas.

La doctora Luna Salazar dijo que las elecciones de 2018 representan una victoria para las mujeres tras años recorridos de trabajo para que se reconocieran sus derechos políticos, pero será importante que las legisladoras de este periodo presidan los órganos más importantes del Congreso como las comisiones y junta de conciliación, donde se toman las decisiones.

Del papel preponderante que posiblemente tengan las militantes de Morena, la también integrante de la Red de Politólogas #NoSinMujeres dijo que tienen la oportunidad de ser las principales impulsoras de las políticas sociales en pro de la población femenina en temáticas como violencia de género, salud de las mujeres, acceso a empleos formales, salarios equitativos, entre otros pendientes.

Las alianzas que hagan las morenistas con legisladoras de otros partidos serán de la misma forma vitales para impulsar una agenda que beneficie a la población femenina de México.

Luna Salazar no deja de lado que tanto diputadas como senadoras enfrentarán otros retos relacionados con la cultura machista en el interior del Congreso: posiblemente se les exigirán mayores resultados parlamentarios que a los hombres, se cuestionará la preparación que tienen (aunque tengan igual o mayor experiencia que los varones), casos de violencia política de género, e incluso  será un desafío tengan la misma cobertura por los medios de comunicación que los hombres.

18/HZM/LGL

 

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