También se pronunciaron en contra de la explotación de los recursos naturales, de la minería, de la militarización y de la manipulación en las campañas políticas.
En el Día internacional de la mujer, la Coordinación Diocesana de Mujeres, la agrupación Pueblo Creyente de la Parroquia San Pedro y San Pablo, el Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (Modevite) y el Comité para la Promoción y Defensa de la Vida Samuel Ruiz, exigieron el cierre de cantinas y cancelación de permisos para la venta de bebidas alcohólicas en las comunidades y la cabecera municipal de Chicomuselo, en la región de la Sierra.
“Como mujeres, jóvenes, niñas y niños no nos cansaremos de seguir denunciando la venta de bebidas alcohólicas, el aumento de cantinas, centros de prostitución, la falta de acceso a la justicia en las comunidades y en el municipio de Chicomuselo; con la pandemia piden que se cierren los templos, pero siguen abriendo centros de vicios y prostitución”, señalaron en un comunicado.
Las agrupaciones demandaron también que cesen la violencia en contra de las mujeres, jóvenes, niñas y niños; las amenazas, la persecución y el hostigamiento contra servidoras y servidores que trabajan por la paz con justicia y dignidad.
Asimismo, que se dé seguimiento al caso de feminicidio “de la hermana” Virgilia Villatoro, asesinada el 28 de octubre de 2017 en la localidad de Pablo L. Sidar, Chicomuselo, así como de muchas mujeres que son asesinadas y violentadas en su dignidad.
“Somos las mujeres, los jóvenes y niños las más vulnerables ante estas realidades, ya que sufrimos la violencia física, sicológica, emocional, económica y estructural dentro y fuera de nuestros hogares; hemos insistido constantemente en el reconocimiento de nuestros derechos fundamentales a una vida digna, justa y en paz, para nosotras, nuestras hijas, hijos y para nuestras comunidades, pero nuestra voz no ha sido escuchada, más bien es ignorada”.
Durante la marcha manifestaron su indignación por “la indiferencia de las autoridades ejidales, municipales, estatales y federales cuando denunciamos los actos de violencia contra nuestra dignidad: en nuestro municipio son muchos los casos de violencia contra la mujer que las autoridades han decidido ocultar por convenir a sus intereses”.
También se pronunciaron en contra de la explotación de los recursos naturales, de la minería, de la militarización y de la manipulación en las campañas políticas.
“Como mujeres del pueblo creyente, seguimos denunciando los programas y proyectos que atentan contra la vida de nuestras familias y de nuestras comunidades como la minería, presas hidroeléctricas, el programa Moscamed y todo aquello que nos divide y confronta como comunidad y que sólo sirve al sistema que pone por encima de la vida de las personas sus intereses mezquinos”.
Hicieron un llamado a la sociedad “a no dejarnos manipular por apoyos inmediatos que compran nuestra dignidad; más bien busquemos alternativas y formas organizativas para cuidar la vida de nuestros pueblos, que este tiempo electoral no nos dividan ni confronten como comunidades, que sepamos discernir con conciencia plena lo que ayude a crear estructuras fuertes para construir el bien común, el buen vivir para todas y todos y no solo el vivir mejor de unos cuantos”.