• Un tercio de reporteras fue hostigada

CIMACFoto: Guadalupe Cabañas

Por: la Redacción

Cimacnoticias | Ciudad de México.- 27/07/2018

El ciberacoso es una nueva amenaza que se cierne sobre el gremio periodístico y las mujeres periodistas son las más afectadas, dos tercios de las reporteras entrevistadas por Reporteros Sin Fronteras (RSF) fueron víctimas de hostigamiento y 25 por ciento de ellas lo vivió en Internet.

Esto señala el informe “Acoso en línea a periodistas: Cuando los trolls arremeten contra la prensa”, elaborado por RSF, que además indica que las campañas de ciberacoso se desarrollan en países que se dicen democráticos como México y en países que ocupan los primeros puestos en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, como Suecia o Finlandia.

El informe, lanzado el 26 de julio por Reporteros sin Fronteras, dice que los autores de estas campañas pueden ser simples haters, de individuos o grupos que se esconden tras la pantalla, pero también mercenarios de la información en línea, verdaderos “ejércitos de troles” creados por regímenes autoritarios.

En ambos casos el objetivo es el mismo: hacer callar a los periodistas que difunden contenidos que les molestan y, para ello, están dispuestos a usar violentos métodos. RSF documentó casos en 32 países durante varios meses y analizó el modus operandi de los predadores de la libertad de prensa que utilizan las nuevas tecnologías para expandir su modelo represivo.

En ocasiones las consecuencias de estos actos pueden ser dramáticas: al ser entrevistados por RSF, la mayoría de los periodistas que fueron víctimas de ciberacoso señalaron que se vieron obligados a autocensurarse frente a esa ola de violencia de una magnitud que no habían imaginado.

En India, la periodista Rana Ayyub se ha convertido en blanco de los partidarios del régimen: los yoddhas del primer ministro, quienes han agredido a la periodista por las investigaciones que ha realizado sobre el ascenso de Narendra Modi al poder. “Me trataron de prostituta, hicieron un fotomontaje de mi cara con un cuerpo desnudo, tomaron una foto de mi madre de mi cuenta de Instagram y la alteraron con Photoshop de todas las maneras posibles”, contó.

Los periodistas de investigación son otro de los principales blancos de los troles. Es el caso del mexicano Alberto Escorcia, quien recibió amenazas de muerte por sus investigaciones sobre cómo se usan cuentas “durmientes” para influir en campañas electorales, como sucedió en las recientes elecciones presidenciales en México.

En Filipinas, la periodista Maria Ressa, directora de Rappler, portal informativo que de por sí enfrenta un encarnizamiento judicial, fue atacada por troles. Desde que Rodrigo Duterte fue elegido presidente, en 2016, los periodistas filipinos que como ella realizan investigaciones independientes sobre el gobierno, son víctimas de este tipo de agresiones.

En Francia, a inicios de julio de 2018, dos personas fueron condenadas a seis meses de prisión condicional y a pagar una multa de 2 mil euros por haber amenazado en Internet a la periodista Nadia Daam. Una tercera persona que la amenazó de muerte cuando los otros ciberacosadores eran juzgados también fue condenada a seis meses de prisión condicional.

Empresas como Devumi, que venden cuentas de las redes sociales con perfiles falsos, tienen una responsabilidad social directa en el incremento de estas nuevas amenazas: acosar a un periodista con ataques masivos nunca había sido tan fácil y barato.

“El acoso en línea es un fenómeno que se propaga a escala mundial y que hoy en día constituye una de las peores amenazas para la libertad de prensa”, señaló en un comunicado el secretario general de Christophe Deloire.

“Encontramos que además de las guerras de la información entre países a escala internacional, hay predadores del periodismo que han creado ejércitos de troles para perseguir y debilitar a aquellos que buscan dar cuenta de los hechos de manera honesta. Estos déspotas hacen que sus mercenarios agredan a los periodistas y les disparen en el mundo virtual de la misma manera en que otros lo hacen en las zonas de guerra”, añadió.

De acuerdo con el organismo, en estos ataques hay tres etapas: desinformación (hacer prevalecer noticias falsas sobre contenidos periodísticos); amplificación (personas a sueldo de los Estados publican o difunden mensajes); e intimidación (los periodistas son agredidos personalmente, reciben insultos, amenazas y son desacreditados).

Ante esta situación, Reporteros sin Fronteras hizo 25 recomendaciones a los Estados, entre ellas reforzar el marco legal para que restringa el acoso en línea a periodistas; responsabilizar a las plataformas web por los contenidos que se comparten en ellas y crear mecanismos de alerta y de intervención rápida.

18/AGM/LGL

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