En los meses recientes, en la zona se han detectado un enjambre de 32 sismos
Pueblos zoques del norte de Chiapas conmemoraron ayer domingo 39 años de las erupciones del Chichonal. Este año la pandemia de Covid-19 no permitió la tradicional peregrinación de los lugareños para rendir honores a Pi’okpatzyuwe (La mujer que arde), la guardiana del volcán, para pedirle que «calme su ira» y no se repitan los episodios de 1982.
En los meses recientes, entre el 25 de diciembre y 31 de enero de 2021, protección civil reportó un enjambre de 32 sismos detectados en las cercanías del municipio de Pichucalco, por lo que en la zona, se fortalece la cultura de la prevención con la capacitación a comités comunitarios de Protección Civil, dijo la dependencia.
Este domingo pobladores de la zona aledaña al Chichonal participaron en un simulacro con hipótesis de erupción volcánica en la localidad Ribera Esquipulas Guayabal de Chapultenango, dirigido a fortalecer la capacidad de prevención, preparación y atención a la emergencia comunitaria expuesta ante el riesgo volcánico, informó la Secretaría Estatal de Protección Civil.
Los pueblos zoques agradecen a «La Madre Tierra» por su convivencia y los frutos que obtienen con su trabajo diario y en armonía con el entorno.
Desde las erupciones de El Chichonal, las comunidades han acudido a las cercanías del volcán para ofrecer rituales a la legendaria Pi’okpatzyuwe (La mujer que arde), que según relatos en Chapultenango, días antes de la erupción «apareció en el pueblo para decir que celebraría una fiesta con cohetes”; después se desencadenaron las erupciones.
Pedro Antonio Domínguez refirió que en la leyenda, Pi’okpatzyuwe es «una niña al amanecer, en el día es ya una mujer, y cuando cae la noche, es una anciana».
Este año la pandemia no permitió la procesión ambientada con danzantes ataviados con indumentarias nativas y música ancestral de tambor y carrizo.
En la actividad preventiva participaron también personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional, Secretaría de Salud , Secretaría de Seguridad pública y Protección Ciudadana, Secretaría General de Gobierno, ayuntamiento Chapultenango y comités comunitarios de Protección Civil.
Por la tarde, la vulcanóloga e investigadora Silvia Hernández Ramos, ofreció en el domo municipal de Chapultenango una plática informativa sobre la actividad del Chichonal.
Las erupciones del 28 de marzo al 4 de abril de aquel 1982, «arrasaron y cubrieron» con flujos piroclásticos (materiales y gases calientes) al poblado Francisco León, a cinco kilómetros del cono natural. En los municipios vecinos de Chapultenango y Ostuacán, rocas incandescentes de 15 centímetros de diámetro atravesaron y colapsaron techos de viviendas.
El saldo reportado por autoridades fue de más de 2 mil muertos , 22 mil 351 desplazados de 7 municipios, y daños a 37 mil 733 hectáreas de tierras ejidales y privadas.
Los pueblos zoques de los municipios de Francisco León, Chapultenango, Tecpatan, Ixtacomitán, Juárez, Rayón, Solosuchiapa e Ixhuatán, en la zona del volcán y en la región norte, también han denunciado en este contexto conmemorativo, que sus tierras se encuentran amenazadas por actividades y proyectos mineros, petroleros y de aprovechamiento hidráulico.
Declararon su resistencia pacífica en contra de proyectos extractivos y actividades que contaminan las aguas y mantos freáticos, producen residuos tóxicos, agotamiento, escasez y destrucción de bienes naturales, daños a la fauna y la biodiversidad.