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Urge colaborar en la búsqueda de soluciones para enfrentar la emergencia sanitaria, familiar, educativa, económica y de seguridad
Los Obispos de México ven con preocupación la creciente polarización de los discursos políticos, el alarmante índice de candidatos asesinados, regiones enteras bajo el yugo del crimen organizado, el maltrato a migrantes y la militarización de las fronteras, dijo el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla.
Durante la Asamblea Plenaria número 110, realizada virtualmente del 12 al 16 de abril, los obispos del país también refirieron las «descalificaciones infundadas de las instituciones democráticas (INE)» y los pocos acuerdos políticos que ayudarían a buscar juntos las respuestas que exigen «estas graves amenazas”, dijo en un informe difundido a los medios Martínez Castilla.
Aunado a lo anterior, la falta de cuidado de «nuestra casa común», la amenaza contra las energías limpias, el escaso interés por el bien común y «la verdad», agregó el responsable de la arquidiócesis de la capital de Chiapas y participante en el encuentro episcopal.
En el «Mensaje al Pueblo de Dios”, los obispos reconocen que México aún atraviesa tiempos muy complejos por las graves situaciones causadas por la pandemia, que han puesto en crisis al sistema nacional de salud, educativo, la seguridad y la sana convivencia familiar que ha visto «amenazados sus ingresos».
Ante esta realidad, Martínez Castilla manifestó que los obispos confían y tienen la esperanza de que la vacunación contra el Covid-19 logre ayudar a retornar a las actividades económicas y educativas y que también disminuya la violencia dentro y fuera de los hogares.
La Asamblea Plenaria número 110 reunió a más de 130 obispos que se conectaron desde diferentes diócesis del país para analizar y enfrentar los retos que la pandemia ha evidenciado. El objetivo eclesiástico ha sido «acompañar con cercanía y consuelo de pastores» a los creyentes «en sus múltiples dolores».
El Arzobispo, agregó que durante la reunión los obispos estudiaron y reflexionaron sobre el ambiente religioso y socio-político del país, a fin de buscar con adecuado discernimiento espiritual, el fortalecimiento del tejido social. Asimismo, robustecer la respuesta como Iglesia, y «orientar adecuadamente a nuestro pueblo».
El exhorto de los obispos a todos los actores sociales en México es construir «una amistad social que integre a todos», lo cual exige decisión y capacidad para encontrar los caminos eficaces hacia esa forma amistosa.
Es decir, urge colaborar juntos en la búsqueda de soluciones para enfrentar la emergencia sanitaria, familiar, educativa, económica y de seguridad: «¡no hay tiempo para divisiones ni descalificaciones!», manifestó Fabio Martínez Castilla.