Los estados de la frontera norte de México, la que colinda con Estados Unidos, registran las tasas de informalidad laboral más bajas del país (Chihuahua, Nuevo León, Baja California); en el sur, en cambio, la película es completamente distinta: Oaxaca, Guerrero y Chiapas tienen las tasas más altas, con porcentajes altísimos de personas laborando en condiciones informales (sin prestaciones, sin seguridad social).
La población Oaxaca tiene a 80% de su población económicamente activa en la informalidad; Guerrero, a 76%, y Chiapas, a 74%, de acuerdo con las recientes cifras sobre empleo divulgadas por el Inegi.