Fredy Martín Pérez.
Pantelhó, Chis.- Dos días antes que los sicarios dieran muerte al catequista Simón Pedro Pérez López, que trabajaba en la parroquia de Santa Catarina, en Pantelhó, habló con su padre Juan Pérez Gómez, uno de los 300 diáconos con que cuenta la diócesis de San Cristóbal de las Casas, que en su territorio abarca 42 municipios; para decirle que era el momento que deberían estar unidos. “No te voy a dejar solo. Voy a estar siempre a tu lado. Te voy a cuidar”, prometió a su progenitor, porque temía que “Los Herrera” lo emboscaran o secuestraran para asesinarlo.
Los Herrera había tenido una creciente actividad entre mayo y junio y se movían libremente en camionetas todo terreno, con fusiles de asalto por las comunidades, en busca de adversarios que habían denunciado anomalías en el ayuntamiento en poder del PRD por 18 años y el 7 de mayo asesinaron a Enrique Pérez Pérez, de la comunidad San José Tercero, sede del grupo Autodefensas El Machete.
Pero el 3 de julio, cuando Los Herrera asesinaron a Mariano Santiz López, activista que promovía el cambio político en Pantelhó, Simón Pedro, de 40 años de edad, creyó que era el momento que los sicarios asesinarían a su padre, por lo que prometió no separase de él para estar unidos, porque en cualquier momento el diácono podría perder la vida.
Simón Pedro como su padre Juan, recorrían las comunidades de Pantelhó y Simojovel y en las reuniones de catequesis, recibían denuncias de lo que pasaba en las comunidades de las que servía pues estaban sometidas por Los Herrera, pero ambos pedían a los feligreses que era el momento de persistir en la denuncia, para poder desterrar el crimen organizado en la región.
A lo mucho que se atrevían las comunidades de Pantelhó y Simojovel era colocar anuncios con la prohibición para circular en los caminos después de las 8 de la noche, y decían que en en la zona estaba prohibida “la siembra y cultivo de enervantes”.
El catequista y su padre, nunca enfrentaron abiertamente a Los Herrera, mucho menos al grupo caciquil de Simojovel, que ahora se sabe tienen vínculos y a los que se les vincula directamente con el asesinato de Simón Pedro, el 5 de julio a las 10:30 hora de Dios, cuando caminaba por el mercado de Simojovel al lado de su hijo.
Dos sicarios a bordo en una motocicleta le dispararon al catequista que cayó de bruces, ante la mirada de los azorados comerciantes que escucharon los disparos de arma de fuego y cuando salieron a la calle pudieron ver que los homicidas huían en una motocicleta.
Los transeúntes se reunieron en torno al cadáver, que había quedado al lado de una rejilla donde corría la sangre de las heridas de bala que Simón Pedro recibió en el abdomen.
No tardó mucho tiempo para que la gente supiera que se trataba del conocido catequista que habían visto recorrer las comunidades de Simojovel y Pantelhó, con su sombrero, morral y su Biblia, para hablarles de la Palabra. “¡Es Simón Pedro!”, murmuraron los curiosos tzotziles que minutos después fueron corridos de la escena, al momento que llegaron elementos de la Policía Municipal y Estatal, que acordonaron el área.
Un mes y cinco días después del asesinato de Simón Pedro, el diácono le llora a su hijo y está convencido de que un grupo de sicarios de Simojovel que mantiene alianza con Los Herrera de Pantelhó está atrás del homicidio.
Está convencido que los hijos de René “N”: Ronay “N”, Juan Carlos “N” y Elu “N”, de Simojovel vinculados con Daily de los Santos Gutiérrez Herrera, uno de los líderes del grupo armado Los Herrera, fueron los que ordenaron la ejecución de su hijo, pero desconoce porqué “iniciaron sus enojos conmigo”, ya que nunca “hemos peleado con ellos. Nunca hemos ofendido a ellos. Por eso me sorprende ¿porqué pasó esto?”.
Sus dudas ahora son porqué los autores intelectuales del homicidio de Simón Pedro no fueron Juan Carlos “N”, ni Ronay “N”, “sino que el que asesinó a mi hijo”, fue el hermano de ellos Elú “N” y esta acción lo ha llevado a creer que toda la familia de René “N” y sus vástagos “están aliados con Los Herrera”.
El asesinato de Pedro Simón fue la gota que derramó el vaso en Pantelhó, porque a partir de ese momento irrumpió el grupo Autodefensa El Machete, como un alivio para las comunidades de Pantelhó que durante 18 años sufrieron asesinatos de familias, despojos, cobros de piso y amenazas de Los Herrera, vinculado al ayuntamiento en poder del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Desde que Simón Pedro fue asesinado, su madre se ha confinado y desde entonces no ha podido superar su deceso. Ahora el diácono se ha hecho cargo de los siete niños y la viuda de su hijo.