Ocozocuautla, Chis. 12 Sep.- En las carreteras, los parques, hoteles, las posadas, las calles, en taxis o autobuses de pasajeros, a veces a pie por brechas para rodear los retenes de las policías, la Guardia Nacional y del instituto Nacional de Migración, los migrantes haitianos se mueven en grupos o familias enteras en su camino hacia Estados Unidos.

“¿Donde queda Malpaso, cuanto falta?, pregunta un migrante haitiano, luego que un conductor lo dejara junto con otros compatriotas en un cruce carretero en el municipio de Ocozocuautla que permite seguir la ruta tradicional por la presa Malpaso de Chiapas que comunica con el estado de Veracruz.

El éxodo de haitianos que primero sorteó los peligros de zonas selváticas y montañosas de Chile, Ecuador, Brasil, Bolivia y Perú, ahora se hacen visible en distintos pueblos y ciudades de Chiapas, donde han tomado las rutas tradicionales de tráfico ilegal que se encontraban en desuso con el fenómeno de las caravanas migrantes.

La política migratoria mexicana de dispersión y contención, volvió a transformar la movilidad de personas extranjeras en la frontera sur.

El nuevo flujo migratorio compuesto en su mayoría por migrantes de origen haitiano que huyen de una política migratoria restrictiva en Chile, en su mayoría parecen impulsados por amigos y parientes que les hablan de las bondades de vivir en países como Estados Unidos y Canadá.

“En Chile no existimos, no tienes trabajo si no cuentas con papeles; buscamos una mejor vida”, dice Gertrude quien viaja con su esposo y su hijo Doulins de un año con un grupo de 20 haitianos, todos emparentados y con hijos. La familia hace nueve años emigró desde Haití y desde entonces ha tenido un periplo por Chile y Brasil hasta que decidieron seguir el sueño americano.

Las hermanas Nida, Nina y su prima Francisca cargan a sus hijos de nacionalidad Chilena. Se quejan que en Tapachula donde permanecieron un mes solicitando documentos migratorios que les permita transitar por territorio mexicano fueron tratadas mal.

Las tres tienen un destino compartido, Estados Unidos, donde solo se dediquen a trabajar y dejar atrás las experiencias de racismo, discriminación y explotación.

Francisca rompe en llanto al recordar que salió de su país, para reunirse con su esposo en Chile. En Haití dice que dejó a su hijo mayor con su madre, otro menor Ray Bradley de tres años los acompaña dice, en busca de una mejor vida.

Ciudades pequeñas ubicadas en la región centro que incluye la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, han visto sorprendidos como el fenómeno migratorio ha desbordado la clandestinidad de los migrantes y ahora ya es visible.

En Ocozocuautla a 30 minutos de la capital de Chiapas, los pobladores pasaron del primer asombro a ofrecer sus servicios de comida, alojamiento y de transporte a los migrantes haitianos. Otros mas manifiestan su preocupación y comentan que si el flujo es permanente, los servicios públicos colapsaran como en Tapachula.

Otros municipios como Villaflores, La Concordia en la región de la Frailesca, Chicomuselo en la Sierra, Frontera Comalapa en la zona fronteriza localidades de tránsito, también han visto incrementar el flujo migratorio lo que ha representado una oportunidad para los taxistas, tricicleros y moto taxistas que han incrementado el costo del pasaje a los extranjeros.

En Chicomuselo, los transportistas de todas las modalidades incrementaron el precio de los pasajes de la ruta a Frontera Comalapa, una vía que lleva de la región fronteriza a los Altos y centro de Chiapas.

En el lugar, fieles católicos al paso de los haitianos, les ofrecieron refugio, pan y comida.

Este domingo, seis haitianos, entre ellos dos niños, resultaron lesionados durante un accidente de tránsito en la carretera costera, tramo Tapachula – Huixtla. El percance se registró a las 5:30 de la mañana, cuando un moto taxi trasladaba a los haitianos, pero fue impactado por un vehículo, informó la policía estatal.

Debido a que las seis personas resultaron con lesiones en brazos y piernas, fueron trasladados a un hospital de Tapachula.

Alma Delia Cruz, delegada de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) señala en entrevista que el éxodo de haitianos es atendido por las autoridades, pero no puede otorgárseles el asilo, porque no provienen de su país de origen, sino de otra nación, por lo que las razones de su tránsito son económicas.

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