Este fin de semana podría darse la repatriación vía aérea a Guatemala
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 16 Dic.- Al cumplirse este jueves ocho días de una de las peores tragedias de migrantes, cuando el trailer donde viajaban hacinados más de 160 personas en el remolque, volcara en una curva en las afueras de Tuxtla Gutiérrez, con un saldo 56 migrantes muertos, 41 aún se encuentran en estado grave, y solo 22 cuerpos han sido identificados.
El Consulado General de Guatemala en Tuxtla Gutiérrez, dijo que trabaja con las autoridades mexicanas en la identificación de las víctimas mortales y los heridos del trágico accidente ocurrido el pasado 9 de diciembre. A ningún familiar se le ha entregado el cuerpo.
Reconoció que las nacionalidades de los fallecidos “aún se están determinando con el apoyo del Gobierno de México. Asimismo, hay 41 personas en estado grave, 22 heridos leves, 11 víctimas mortales en proceso de identificación y cuatro confirmadas como guatemaltecas”.
Del viernes 10, un día después del percance, a la fecha, 14 familias han ingresado a México para la identificación de las víctimas a quienes se les ha facilitado su ingreso con permisos del Instituto Nacional de Migración mexicano, aseguró.
El proceso de repatriación de los 56 cuerpos ha sido “demasiado lento” para los familiares que se sienten olvidados por los gobiernos que no les dan fecha para la repatriación de las víctimas.
Estela López, prima del migrante Domingo Antonio Chavez López, llegó el miércoles a la capital chiapaneca luego que la familia juntara unos quetzales en Chichicastenango, y decidiera que fuera ella quien viniera a México para buscar a Domingo quien planeaba llegar a Chicago para trabajar.
La mujer acudió al lugar del accidente, porque dijo que en la mochila de su primo estaba su DPI, (Documento Personal de Identificación). Señaló que Domingo había contado a la familia que iba hacer un largo viaje en un trailer, ya no supieron más, aún no saben si está vivo o muerto.
El Consulado guatemalteco dijo que llevan a cabo un trabajo cuidadoso para lo cual se cuenta con equipo de comparación de huellas dactilares enviado por el Registro Nacional de las Personas.
A las personas que han sido dadas de alta de los hospitales y a las que se encuentran ilesas, la Misión Consular les ha brindado protección y les explicado las formas de mantenerse de manera regular en territorio mexicano, así como para retornar a Guatemala.
Explicó que las autoridades mexicanas han ofrecido a los sobrevivientes una tarjeta para regularizar su estancia, lo cual ha sido rechazado por 39 migrantes. Hasta el pasado 14 de diciembre, únicamente cuatro guatemaltecos se habían acogido a dicho beneficio.
Nicolasa Guarcas, cuenta que su hijo Richard Levy Ordoñez Guarcas de 17 años, se despidió de la familia el 7 de diciembre para emprender el peligroso viaje a Estados Unidos, donde con ayuda de otros familiares esperaba encontrar un trabajo y poder continuar con sus estudios.
“No me dejan ver el cuerpo, me dicen que no se puede, que es prohibido entrar ahí en la morgue por la seguridad de uno, pero yo lo que quiero, exijo que me enseñen el cuerpo de mi hijo para no quedar con esa duda; solo me tomaron el ADN , y no se sabe cuantos días, meses va a tardar; como sé que ese cuerpo es de mi hijo o no ?, cuestiona la mujer entre sollozos.
Nicolasa dice que ha pasado días de angustia, apenas duerme, esperando que los gobiernos le brinden todas las facilidades para ver a su hijo.
“Yo le exijo al gobierno también aquí de México que hagan algo por la gente de Guatemala, aquel día estuvimos llamando y me dijeron que iban a devolver la llamada y nunca lo hicieron; yo quiero ver si mi hijo está muerto, quiero verlo con mis ojos, pero no me lo enseñan”.
Ricardo Toc Franco un campesino del Quiché , padre de Estasnislao Toc de la Cruz, lleva tres días en Tuxtla Gutiérrez, primero visitó la Cruz Roja donde aún convalecen algunos lesionados, el hospital Gómez Maza donde se encuentran los heridos graves, finalmente este martes pudo identificar a su hijo a través de una fotografía que le enseñaron.
“Mi hijo cabal había cumplido los 18 años, cuando me dijo: papá yo me voy, aquí está muy duro todo”, dice don Ricardo mientras enseña la fotografía del joven.
Explicó que no pueden entregarle el cuerpo porque “todo lleva su tiempo”, y como ya no cuenta con dinero porque se le acabó de tanto pagar taxis, comida y hospedaje, tiene que regresar a Guatemala y esperar si le envían el cadáver de su hijo.