Fredy Martín Pérez.
Tziscao, Chiapas; mayo.- México y Guatemala comparten las aguas de uno de los lagos más grandes y de tonalidad azul turquesa, que integra el complejo del parque nacional Lagos de Montebello y que es visitado por miles de turistas de todo el mundo.
Del lado mexicano donde se extiende el lago es conocido como Tziscao, pero del lado guatemalteco, en la aldea El Quetzal, es donde tiene su origen la masa de agua, que es alimentada por una vertiente, donde los pobladores aseguran era santuario de quetzales, ave que ya no se ve en el área.
Tanto en México como en Guatemala, los habitantes de las etnias mam y chuj, han abierto negocios para la venta de café, cardamomo, alimentos y artesanías como rebozos, bolsos, tapetes, manteles, huipiles y otros.
En la aldea El Quetzal vive el pintor Nitrous Beto, que ha convertido su casa en una galería abierta para el turismo de varias partes del mundo que llega a conocer el parque nacional Lagos de Montebello.
Para llegar a El Quetzal solo basta caminar unos pasos y cruzar la frontera sin ningún problema, para comprar artesanías hechas en varias regiones de Guatemala, pero en algún restaurante se puede almorzar quesadillas o los tradicionales chinculguajes, una tortilla rellena de frijoles, muy parecida a una arepa o una gordita.
Hace unos meses, a Nitrous Beto propuso a los habitantes construir un muelle, donde pintó un mural con motivos característicos de su país, flores, aves y representantes de los pueblos originarios.
A la mitad del muelle, Nitrous Beto pintó una pareja de indígenas que parecen bailar, con una leyenda: “Caminar contigo ha sido el viaje más hermoso de mi vida”.
Pero también hay un quetzal y un águila, para representar la hermandad entre México y Guatemala, dice el creador.
Agrega que su comunidad es visitada por “miles de turistas de todo el mundo”, que llegan atraídos por las artesanías y por eso se le ocurrió proponer a la comunidad, la construcción del muelle y el mural.
Ante la ausencia del Estado guatemalteco, fueron los propios comerciantes de artesanías quienes cooperaron para comprar la madera y otros materiales para la construcción del muelle, que en realidad es un mirador para contemplar el lago internacional desde el lado de Guatemala, desde donde se puede ver el nacimiento de agua que alimenta Tziscao, que es conocido como Yichén o Lago Internacional, que tiene una extensión de más de tres kilómetros desde el mirador, hasta su nacimiento en El Quetzal.
El pintor que a principios del siglo emigró a los Estados Unidos, explica que son los vendedores de artesanías los que han financiado los proyectos en el lugar. Ahora se tiene previsto reforestar el área, pero se realizan constantes labores de limpieza en el lago, para levantar plástico y otro tipo de basura que deja el turismo.
Y fue hace unos días que los artesanos abrieron una caseta de información turística en la entrada a la aldea, es decir en los límites con México, donde proporcionan información a los turistas que visitan el lugar.
A través del trabajo comunitario y la cooperación de los artesanos, han conseguido comprar lámparas solares para alumbrar el corredor artesanal, ya que la energía eléctrica no llega hasta esta comunidad.
Además, realizan limpieza de pozos para el consumo de agua y han construido jardines en los alrededores de la comunidad, con el único objetivo de “de mejorar no solo el área turística, sino también la comunidad, para aportar un granito de arena y cooperar en el desarrollo de la comunidad”, explica Nitrous Beto.
El pintor pide al turismo que llegue al parque nacional Lagos de Montebello, que se de la oportunidad de visitar la aldea El Quetzal, que “cada día se irá transformando” pero de manera ordenada y con respeto al medio ambiente, dice.
El parque nacional Lagos de Montebello, fue creado el 16 de diciembre de 1959 y cuenta con seis mil 022 hectáreas de extensión un más de medio centenar de lagos de varias tonalidades.
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