El Obispo Rodrigo Aguilar celebra por primera la misa dominical
50 millones de pesos el costo de la rehabilitación
San Cristóbal de Las Casas, Chis. 2 Oct. -El Obispo Rodrigo Aguilar Martínez celebró este domingo la primera misa en la catedral de la ciudad, después de cinco años que permaneció cerrada debido a que resultó dañada por el sismo del 7 de septiembre de 2017.
“Más de cuatro años y medio estuve sin oficiar. Estaba sin catedral; era yo un obispo sin catedral”, dijo el prelado.
Aguilar Martínez, quien asumió el cargo en enero de 2018, cuando el templo ya estaba cerrado, a causa de los daños que sufrió por el terremoto magnitud 8.2 y cuya reparación costó 50 millones de pesos, manifestó:
“Estaba yo incompleto como obispo porque la catedral es fundamental para el obispo, no sólo el edificio material, sino que es el símbolo, porque es la sede de la cátedra del obispo, desde donde da su enseñanza a la comunidad diocesana”.
En entrevista con reporteros comentó: “Es la primera misa y me llena de alegría que la fe de la gente ha hecho que se llene la iglesia. Estaba ya acostumbrado al centro pastoral chiquito y en verdad que sí hay mucha feligresía que viene a participar en la santa misa a la catedral”.
El jueves de la semana pasada el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, y el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, entregaron el templo al obispo Aguilar Martínez quien este domingo anunció se reanudarán las misas en ese recinto, cuya construcción comenzó en 1528; el primer obispo fue Fray Bartolomé de Las Casas, pero nunca tomó posesión físicamente del edificio.
El templo también conocida como Catedral de la Paz, porque en 1994 se llevaron a cabo ahí el primer diálogo entre el Gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN ), fue cerrada el 8 de septiembre de 2017, un día después del terremoto.
Desde entonces las misas se celebraron en el Centro Pastoral, ubicado en la parte posterior del edificio, que se localiza en el centro histórico de San Cristóbal de las Casas.
Este domingo muchos católicos comenzaron a llegar temprano para la misa de las 8 horas. La primera celebración estuvo a cargo del sacerdote Felipe Ramos; se colocaron sillas de plástico porque muchas de las bancas de madera se destruyeron por el sismo.
El obispo Rodrigo Aguilar Martínez ofició la misa de las 12 horas, a la que asistieron más de 400 personas todas sentadas.
A otras no les permitió entrar para que se pudiera guardar la sana distancia.
“Venimos con alegría para participar ya con la catedral restaurada para vivir nuestra fe. Si ustedes están contentos, yo lo estoy más porque es mi primera eucaristía en la iglesia catedral. Se supone que venimos aquí a la celebración eucarística por fe, necesidad y anhelo de incrementarla. No somos curiosos turistas o nada más a ver cómo quedó la catedral. No. Somos creyentes en Cristo Jesús.
Entrevistado al finalizar la misa, monseñor comentó que se restauraron las columnas más cercanas al coro y a la entrada principal; se renovó todo el coro y el órgano porque la espadaña, o sea la fachada, en la parte superior de la catedral había caído sobre él; todo el techo es nuevo, el artesonado y el tejado.
Explicó que “aunque no era propio de las consecuencias del sismo, había algunos daños del techo que había caído sobre los retablos y se restauraran. Ya se le dio una limpieza a todos los retablos, no sólo la madera, los marcos, sino los cuadros mismos, las pinturas. Y también, qué bueno que tuvieron esa intención de limpiar todos los candiles, uno por uno, el metal y los cristales, así como una pintada en el interior de la catedral”.
Dijo que “faltan algunos detalles” en la capilla de la Virgen de Guadalupe y del bautisterio”, que se arreglarán posteriormente.
Indicó que la rehabilitación costó 50 millones de pesos. “Es el edificio en que más se gastó en el estado de Chiapas, dañados por el sismo”.
Días antes de ser reabierta, se colocó alrededor de la catedral, una malla metálica que generó controversia, muchas personas estuvieron de acuerdo, pero otras no.
“La malla es para tratar de preservar más la dignidad y limpieza de la catedral de quienes quieren hacer uso de violencia, pintarrajeando los muros y las puertas. Hay otras formas de manifestarse. No de esa manera que es desagradable porque es grosera y violenta”, comentó el obispo.
Al final de la celebración, los asistentes aplaudieron por la reapertura del principal templo de San Cristóbal, y Aguilar Martínez los invitó a recorrerlo para apreciar “lo bonita que ha quedado”.