Amigas y familiares piden justicia por el feminicidio de la joven de 22 años estudiante de enfermería
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 8 de Nov.- Bajo la exigencia de justicia, familiares, amigas y amigos acompañaron a Estefanía Martínez Matías hasta su última morada: el panteón de la comunidad Palestina en el municipio de Ángel Albino Corzo, en la región de la Fraylesca de Chiapas, de donde era originaria.
Con cartulinas y consignas, los asistentes al velorio exigieron a la Fiscalía General del Estado, actúen en la búsqueda del feminicida y aplique la ley para que ya no se repitan casos como el de Estefanía.
“Lo que ha sucedido con Estefanía, es algo que nos indigna; estos casos nomas los habíamos escuchado en la tele, jamás nos podíamos imaginar que podía suceder en el seno de nuestras familias. Lo que le hicieron no se vale; qué motivos pudo tener para actuar de esta manera”, cuestionó su tio.
Dijo que para que el cuerpo de la joven fuera llevado hasta donde nació, la comunidad de Palestina, los trabajadores migrantes de este poblado de la región de La Fraylesca cooperaron para el traslado desde Tuxtla Gutiérrez.
Junto al féretro de madera, su tío al dar las palabras de despedida expresó que la familia han pasado dias de mucha tristeza y de mucho coraje.
“Vamos a estar muy pendiente y no vamos a estar tranquilos hasta que se haya hecho justicia a Estefanía, y se dé con el paradero del o los asesinos”, manifestó al hacer un llamado al gobernador Rutilio Escandón Cadenas y al Fiscal General Olaf Gómez Hernández.
“Nosotros creemos en la justicia, y es el momento que nos lo demuestren”, agregó.
La joven de 22 años que trabajaba en una tienda de ropa de Tuxtla Gutiérrez para pagarse sus estudios de enfermería, fue hallada muerta seis días después que su desaparición, cuando asistió el pasado 30 de octubre a una fiesta acompañada de un amigo.
Su cuerpo fue hallado por una brigada de búsqueda de la Fiscalía General del Estado a un costado de la carretera a la colonia Emiliano Zapata, en el sur poniente de la ciudad, en estado de descomposición, luego que su madre Julieta Martínez, y sus amigas protestaran exigiendo su localización.