DE NORTE A SUR
Abigail A. Correa Cisneros
Con el nombramiento de la ministra Norma Piña Hernández como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se abren las puertas a más mujeres para formar parte de cargos transcendentales en la gestión del país.
Aunque la presencia de las mujeres es cada vez más notable en puestos importantes, que tradicionalmente estaban ocupados por hombres, todavía se ve la falta de equilibrio para lograr la equidad de género en México.
La ministra Norma Piña tiene una larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos. Aunque no le gustan las etiquetas hay varias personas que la consideran gran aliada del movimiento feminista de nuestro país. En su labor destaca la defensa de los derechos de las parejas del mismo sexo, votó a favor del uso recreativo de la mariguana, la capacidad jurídica de las personas con discapacidad en los asuntos laborales y defiende el medio ambiente.
La ahora presidenta de la SCJN reconoce la labor de la mujer, los esfuerzos y sacrificios que muchas hacen para alcanzar un cargo importante en sus profesiones. México sigue rezagado en equidad de género. Sólo el 33 por ciento de las mujeres ocupan puestos directivos en el país, queda por debajo de Brasil y arriba de Argentina, de acuerdo con datos del informe “Women In Business 2022”, publicado por la firma Grant Thornton.
Vale la pena destacar que a pesar de que disminuyó el porcentaje en los últimos años se ha mantenido por arriba del 30 por ciento, cuando hasta hace tres años era de 16 por ciento la cifra de mujeres que ocuparon un cargo importante en el país.
Durante la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, la presencia de las mujeres en cargos jerárquicos de instituciones públicas aumentó. En comparación con las administraciones anteriores, la actual supera por mucho, logrando que cada vez más mujeres participen, por ejemplo, como gobernadoras en las entidades federativas, de las 32, nueve son mujeres y 23 hombres. Claramente falta mucho para alcanzar el balance, pero hay que destacar que el gobierno anterior sólo una mujer ocupó este cargo.
Solamente en el Poder Judicial destaca que han incrementado en nueve puntos su presencia, pasando del 23 por ciento en 2017 al 32 por ciento en 2022.
A mediados del año pasado, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó las brechas de género en las secretarías de Estado. Destacó que “a pesar del incremento en la participación de las mujeres en puestos como direcciones generales y de área, su representación en los puestos directivos (31 %) y de titularidad media (44 %) de las secretarías de Estado aún es baja comparación con el porcentaje de mujeres en la plantilla laboral (49 %).
En las secretarías de Estado, la diferencia de ingresos promedio entre hombres y mujeres es de 8 por ciento en los puestos de mando medio y superior. Aunque esto representa una disminución de dos puntos porcentuales con respecto a 2021, una menor participación de las mujeres en los puestos más altos tiene un impacto en los ingresos que ellas reciben.
En ocho de cada 10 secretarías, los ingresos promedio de las mujeres son menores que los ingresos de los hombres en los puestos de mando. Entre 2021 y 2022 la brecha salarial aumentó en siete secretarías de Estado.
Desde el centro
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) activó un nuevo Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (Dinesa) para mantener y fortalecer las medidas de vigilancia epidemiológica, así como potenciar las acciones para el control y erradicación de la influenza aviar de alta patogenicidad AH5N1 con el fin de reducir el riesgo de diseminación de la enfermedad.