El activista Irineo Mújica urge a las autoridades migratorias entregar documentos de tránsito para que crucen territorio nacional sin riesgos
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 5 Nov.- Un grupo de migrantes en su mayoría centroamericanos organizados en una caravana, partieron la madrugada de este domingo de la ciudad de Tapachula, donde se encontraban varados, para sumarse a las más de cinco mil personas que se encuentran desde el miércoles en el municipio de Huixtla en espera de documentos migratorios que les permita transitar hacia el norte del país.
El nuevo contingente que caminó sobre la carretera costera, la ruta natural que siguen miles de migrantes luego de ingresar a México por el río Suchiate de manera irregular, estuvieron resguardados por patrullas de la Guardia Nacional, policías estatales y protección civil.
Irineo Mújica de la organización Pueblos sin Fronteras que alentó a los extranjeros a avanzar, declaró que los migrantes se están quedando sin opciones en la frontera, y por eso decidieron salir de Tapachula caminando. Explicó que el nuevo grupo se sumará a la caravana estacionada en Huixtla para formar un sólo contingente.
«La frontera sur sigue siendo una gran cárcel a cielo abierto porque los migrantes no quieren volver a sus países y tampoco les permiten ir a otras zonas de México donde puedan continuar sus trámites migratorios y buscar trabajo. Sigue siendo el sur el calvario de los migrantes y al mismo tiempo calvario para los habitantes de Tapachula, donde no hay suficientes servicios, los migrantes duermen en las calles; las autoridades lo han obligado a tener ahí sin poder salir” señaló el activista.
Mújica insistió en que el Instituto Nacional de Migración entregue a los integrantes de la Caravana un documento que les permita transitar por México para evitar el sufrimiento de caminar, exponerse a accidente o caer en manos de la delincuencia organizada.
De acuerdo a Pueblos sin Fronteras, en su mayoría son familias las que viajan, la mitad de la caravana son mujeres niños y niñas los que no están recibiendo ninguna atención humanitaria.
Este lunes habrá un diálogo con funcionarios del Instituto Nacional de Migración, con la mediación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para dar respuesta a sus peticiones, agregó el activista, de no recibir atención, advirtió que endurecerán sus protestas.
Estuardo Estrada, un hondureño que viaja con sus primos, contó que huyen de la pobreza, porque lo que le pagaban en una fábrica no le alcanzaba para sostener a su familia. «Es una decisión difícil, en mi país se quedaron mi esposa y mis dos hijos, voy de la mano de Dios para poder llegar a Estados Unidos y poderles ofrecer una mejor vida».
Apenas en octubre pasado se cumplieron cinco años de la primera caravana migrante, cuando miles de personas irrumpieron en el puente internacional entre Mëxico y Guatemala demandando tránsito libre. Desde entonces, la frontera sur ha registrado un éxodo inédito de personas migrantes , ya que Chiapas es el paso obligado de las y los que buscan llegar a Estados Unidos en busca de empleo.