Tuxtla Gutiérrez, Chis. 13 Nov.- Unos mil 500 alumnos de preescolar, primaria, secundaria, y preparatoria de la comunidad Frontera Corozal municipio de Ocosingo en la Selva Lacandona, regresaron a clases, tras un mes de suspensión de labores a causa de la inseguridad que prevalecía por las constantes balaceras durante las noches, realizadas por integrantes de organizaciones del crimen organizado, informó Esquivel Cruz González, comisionado para la paz en esa localidad situada en la Selva Lacandona.
«Como ya se está empezando a medio normalizar” la situación con la presencia de las fuerzas de seguridad federal en la zona, “y por la solicitud y preguntas de jóvenes de varias escuelas, se autorizó que se regrese a clases en el horario normal”, dijo el dirigente.
Señaló que fue ayer domingo por la noche que se autorizó la nueva normalidad en Frontera Corozal, para que se reiniciaran las clases que fueron suspendidas el 12 de octubre por la inseguridad que había en esos momentos.
Explicó que el acuerdo que se tomó fue sólo para el regreso a clases; «estamos pendientes con el tema de la reactivación económica y del turismo, pero yo espero que en esta semana se vaya avanzando poco a poco” también en esos rubros.
Cruz González reiteró que “falta la reactivación económica, ya que lo que se aprobó fue el regreso a las escuelas porque en diciembre salen de vacaciones y los niños y jóvenes están perdiendo clases que seguramente ya no serán recuperadas”.
Comentó que “todavía no está abierto el paso para entrar y salir libremente de Frontera Corozal, pues se mantiene cierto control, pero una vez que se reactive la parte económica, ya se abrirá. Se está planteando que por la noche haya guardia comunitaria en la entrada del pueblo con el mismo horario que se viene manejando hasta la fecha: de 5 de la mañana a las 5 de la tarde con control a través de una lista”.
Manifestó que la situación en esa localidad fronteriza con Guatemala “no es tan normal todavía, ya que sigue habiendo control, sigue la guardia comunitaria que todavía no se levanta” desde el 12 de octubre cuando fueron “resguardados” ocho policías estatales para exigir la presencia de fuerzas federales que combatan a las organizaciones del crimen organizado que pretenden cobrar derecho de piso, que han asesinado a personas, amenazado y quemado vehículos.