Fredy Martín Pérez
Las Margaritas, Chis; 7 de abril.-
Este 7 de abril, en Chiapas entraron en vigor tres horarios: La hora de Dios, la hora suroriental y el horario de verano, pero es la primera que desde hace 23 años usan mayoritariamente los habitantes de 25 mil comunidades rurales, barrios y colonias de cabeceras municipales habitados por indígenas y campesinos.
Desde 1996, cuando Ernesto Zedillo Ponce de León, puso en marcha el horario de verano, miles de habitantes de comunidades rurales, se dieron cuenta de la inutilidad de adelantar una hora y decidieron quedarse con la hora de Dios.
Así, desde hace 23 años, cuando en Chiapas debe entrar en vigor el horario de verano, miles de hombres y mujeres de más de 25 mil comunidades, decenas de cabeceras municipales y barrios y colonias de las principales localidades de la entidad, que son habitadas por campesinos e indígenas, decidieron no aplicar la medida.
En escuelas de todos los niveles, los padres de familia han optado por no regirse por el horario de verano.
Y a pesar de que el cambio en los teléfonos y computadoras el cambio es automático, miles de personas han optado por usar el horario de Dios, es decir, el normal, que por décadas han usado.
En municipios colindantes con la frontera de Guatemala, como Las Margaritas, La Independencia, La Trinitaria, Frontera Comalapa, Motozintla, Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero y otros, los habitantes nunca han aplicado el horario de verano, porque consideran que “no trae ninguna utilidad”, aseguran.
Doña Emilia Hernández asegura en que en 23 años no ha cambiado el horario para entrega del personal que labora en su panadería.
En Frontera Comalapa solo los bancos Banamex y Bancomer trabajan con el horario de verano, mientras que todo la población se rige por la hora de Dios.
En Motozintla en la Sierra Madre de Chiapas, solos los bancos aplican el horario de verano, mientras que en barrios no se rigen.
En San Cristóbal de las Casas, miles de colonos en su mayoría de origen tzotil y tzeltal que se ubican en más de más de un centenar de colonias de la zona urbana tampoco se rigen por el horario de verano.
Las asambleas comunitarias, ceremonias religiosas y festividades se realizan a través de la hora de Dios, es decir la normal.
Así, obreros, campesinos, panaderos, jardineros, entre otros, este 7 de abril, llevarán a cabo sus actividades por el horario de Dios.
Pero los miles de habitantes que desde hace 23 años, únicamente deben apegarse al horario de verano, cuando acuden a realizar algún trámite a una institución bancaria.
En comunidades indígenas, como San Juan Chamula, Zinacatán, Chenalhó, Chanal, Mitontic y otros, el horario de verano nunca lo han usados los indígenas tzotziles, lo mismo en municipios donde habitan los tzeltales, tojolabales, lacandones, choles, zoques y otros.
Y finalmente la hora suroriental es la que usan las comunidades ligadas al EZLN, es decir, tienen que adelantar su relojes una hora más que el horario de verano y que los zapatistas llaman oficialmente como horario del frente de combate sur oriental.
En San Juan Chamula, los tzotziles aseguran el reloj de sol, que se encuentra frente el templo de San Juan sigue dando la misma hora siempre y por eso, desde hace 23 años, ven la inutilidad de usar el horario de verano.