Tuxtla Gutiérrez, Chis. 8 Junio.- Militares y policías de la Guardia Nacional detuvieron a un grupo de 25 migrantes centroamericanos que viajaban encima del tren de carga en el municipio de Arriaga, colindante con Oaxaca;  cientos lograron escapar, señalaron defensores de derechos humanos. 

Esta sería la primera acción de contención de migrantes, desde que el gobierno de México aceptó endurecer la aplicación de su ley migratoria para evitar la imposición por parte de Estados Unidos del 5 por ciento de aranceles a las importaciones mexicanas. 

El operativo al tren de “La Bestia” medio de transporte utilizado durante muchos años por los migrantes pobres para atravesar territorio mexicano de manera irregular, tuvo lugar en la comunidad San Ramón, cercana al estado de Oaxaca. 

“Los reportes que tenemos, es que el Ejército, la policía federal con la participación del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración, detuvieron el tren en una zona despoblada; la Guardia Nacional se colocó de un lado, lo que fue aprovechado por los más de 200 migrantes que se bajaron del tren y huyeron, escondiéndose en el monte; solo 25 fueron detenidos”, informó Nataniel Hernández, dirigente del Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa. 

Desde que el gobierno de México alcanzó un acuerdo con Estados Unidos para detener a los migrantes, en la frontera sur de México “se vive un ambiente de persecución; se han incrementado en un 200 por ciento los retenes que tienen la participación de agentes de migración, policías federales y soldados del Ejército Mexicano”, afirmó el sacerdote Heyman Vázquez Medina, párroco de Huixtla y director del albergue Nadie es extranjero.

El defensor de migrantes dijo que “es injusto que los migrantes, tengan que pagar los costos, junto con los defensores de sus derechos”, como los casos de Irineo Mújica, director de la organización Pueblos sin Fronteras, y del activista, Cristóbal Sánchez, acusados de violar la Ley de Migración.

Vázquez Medina, aseguró que la detención de Mújica y Sánchez es injusta, porque no hay elementos para librar una orden de aprehensión. 

“No creo en las acusaciones que les hacen, conozco a Irineo y a Cristóbal desde 2004, como un aguerrido defensor de los derechos de los migrantes y de las caravanas que acompañó. El se quedaba a dormir en la parroquia junto con sus compañeros. Si hubiera tenido dinero del tráfico como se le acusa, se viera ido a un buen hotel y no quedarse en un cuarto con varias personas en la parroquia. Yo lo conozco y no creo que haya estafado, robado a migrantes o querido traficar con ellos”.

Comentó que el viernes visitó en la cárcel de Tapachula a Cristóbal Sánchez, acusado por una familia de migrantes de que el 29 de marzo le ofreció llevarla a Estados Unidos y le dieron 8 mil dólares, pero que en el camino la abandonó;  “en esa fecha Cristóbal estaba en su casa en la Ciudad de México, de lo que hay pruebas; después de la caravana de enero pasado lo veía porque venía en las caravanas y se quedaba a dormir en la parroquia”.

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