Luego de saludar “con orgullo” el 25 aniversario del levantamiento armado del EZLN, el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Consejo Indígena de Gobierno (CIG), informaron que profundizaran su resistencia y rebeldía “contra las mineras, los mega proyectos en el istmo de Tehuantepec, el inmoral proyecto del tren Maya, la devastación y privatización para sembrar plantaciones forestales industriales en la Selva Lacandona, y la enajenación territorial al gran capital que son las Zonas Económicas Especiales”.

El CNI y el CIG señalaron en un comunicado: «no le creemos al capataz del capitalismo que dice gobernar México, y no aceptaremos ninguna falsa consulta como esas con las que quieren legitimar el robo de los territorios indígenas y campesinos, nuestro exterminio y la agudización de la guerra en nuestra contra”.  

“Con nosotros caminan los pasos profundos, reales e irrenunciables que los pueblos originarios hemos dado en resonancia con el caminar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y las comunidades indígenas zapatistas”, manifestaron.

En el texto, el CNI y CIG advierten «a los malos gobiernos, que cualquier agresión en contra del EZLN sería también en contra del CNI y del CIG», por lo que hicieron «un llamado a todas las redes de apoyo en el país y a las redes de resistencia y rebeldía en México y en el mundo a estar atentas y organizadas para accionar de manera conjunta y construir un mundo en donde podamos vivir todas y todos.

“Con la guerra desatada en contra nuestra, nos hemos visto reflejados en el caminar de las comunidades indígenas zapatistas, sabidos de que afuera sólo hay amenazas en nuestra contra y que todo es en nombre de la riqueza para sólo algunos”. 

El CNI y el CIG expresaron que conocen «cómo actúan los malos gobiernos a nombre de quienes tienen más y quieren todo. Hemos enfrentado la formación de grupos de choque, de paramilitares, y ahora de narco militares, que el mal gobierno disfraza de divisiones internas, para decir que unos quieren y otros no quieren entregar la tierra y los recursos naturales a los dueños del dinero. 

“Las formas con que las instituciones indigenistas del mal gobierno engañan a nuestra gente para generar la división que cobre las vidas de nuestros compañeros y compañeras que opten por la dignidad, la resistencia y la rebeldía”.

En el texto también se pronuncian en contra del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) y su «dizque nueva política indigenista, que no es más que la profundización de la ofensiva contra la vida, con la que quieren debilitar la lucha por la autonomía de los pueblos originarios que con su lucha frenan la devastación que de arriba imponen”.

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