La embajada de Canadá en México, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), condenaron el ataque de un grupo armado de corte paramilitar de Santa Martha, Chenalhó, en contra de una brigada que entregaba ayuda humanitaria a desplazados de Aldama, e hicieron un llamado al gobierno para el “cese de las agresiones armadas en la región”.
“Nos unimos al llamado al cese de las agresiones armadas en la región y la solicitud de protección hacia las comunidades afectadas”, dijo en un mensaje difundido en Twitter la embajada de Canadá en México.
La CIDH, por su parte, recordó al Estado mexicano “su obligación de garantizar la vida e integridad de los pueblos indígenas, la que se encuentra ligada al uso y disfrute de su propiedad tradicional, y de prevenir amenazas a dichos derechos adoptando medidas concretas para su protección”.
Así como hizo un llamado al gobierno para “tomar medidas urgentes frente al conocimiento de posibles riesgos a la vida e integridad personal de las y los habitantes de comunidades tzotziles, así como a evitar su desplazamiento y promover una solución pacífica al conflicto” entre Aldama y Santa Martha.
En tanto, el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, expresó su “rabia y sorpresa” por “la irresponsabilidad y torpe sordera del gobierno federal al solapar la continuidad de los ataques armados hacia el pueblo de Aldama”, al tiempo que condenó “las violencias de grupos armados hacia el pueblo de Aldama”
La agrupación denominada Indignación, promotora y defensora de derechos humanos, con sede en Yucatán, se sumó a la condena por el ataque armado y exigió “el desarme de los grupos paramilitares que, desde hace ya bastante tiempo, han agudizado la violencia en el municipio de Aldama, y también exigimos que se investigue el caso y se castigue a quienes resulten responsables”.
El pasado miércoles, de acuerdo con diversas denuncias, integrantes de “un grupo armado de corte paramilitar” de Santa Martha Chenalhó atacaron a balazos a un grupo de personas de Cáritas y del Fideicomiso por la Salud de los Niños Indígenas de México (Fisanim), cuando entregaban ayuda humanitaria en la localidad de Tabak municipio de Aldama, a familias desplazadas por la situación de la violencia armada.
Del ataque, resultó herida de bala en la pierna derecha, la religiosa, religiosa, María Isabel Hernández Rea, de 52 años, integrante de la congregación de las Hermanas Dominicas de la Reina del Santo Rosario y quien colabora en la parroquia de San Andrés Larráinzar, vecino de Aldama.
Fuentes de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas informaron que la monja fue dada de alta este sábado, luego de permanecer internada tres días en un hospital privado.
Señalaron que debido a que el balazo le dañó pierna, aunque no tocó el hueso, no puede caminar, por lo que se recuperará en la casa de su congregación, ubicada en esa colonial ciudad.
El ataque armado en contra de la caravana, que de acuerdo la actriz Ofelia Medina, quien encabeza el Fisanim, entregó ese miércoles en Tabak, 250 despensas para igual número de familias, ha provocado muchas reacciones de condena y exigencias de que se investigue, se castigue a los responsables y se desarme a los grupos armados de corte paramilitar que operan en la zona.