Foto portada y videos: Raúl Vera 

Tecún Umán, Guatemala, 18 Ene.- Recostada sobre la banqueta de la Casa del Migrante donde pasó la noche con tres integrantes de su familia y otros migrantes, Irasema lanza soplos de aire para cuestionar con rabia: “¿porque no nos dejan pasar?, si en Honduras ya no se puede vivir, por eso salimos, solo queremos que nos dejen ir”, dice al enterarse que sobre el río Suchiate, el gobierno de México también desplegó a agentes migratorios y militares de la Guardia Nacional para impedir el ingreso de los migrantes.

Irasema, oriunda del municipio de Choloma en el departamento de Cortez, dijo que ella y sus familiares, se salvaron de la golpiza que ayer domingo propinó el Ejército y la Policía Nacional guatemalteca a la Caravana, pues salieron desde el martes de su país. “Nosotros nos adelantamos para hacer exámenes (las pruebas del Covid que exige Guatemala), y no tener problemas en el camino, y hemos llegado aquí pidiendo jalones en los trailers”.

“Nosotros nos venimos del paìs de Honduras, por todo lo que ha sucedido y está sucediendo. Ya no podemos vivir, por el problema de los muchos muertos que hay en Choloma, todos los días aparecen dos, tres, cuatro encostalados, el huracán que nos ha dejado sin nada, y el Coronavirus, por eso nosotros venimos para sobrevivir”, se queja.

Un sentimiento de frustración embarga a Irasema, al ver con sus ojos el cerco que el gobierno mexicano mantiene en su frontera. Dice que durante meses estuvieron planeando emigrar, acariciando el deseo de poder encontrar mejores condiciones de vida, y apoyar a su familia que se ha quedado atrás.

La Casa del Migrante, localizada en Tecún Umán, a pocos metros del río Suchiate, mantiene estrictas medidas sanitarias para evitar contagios por el Covid 19, por lo que no pueden brindar alojamiento a más de 30 personas, “damos preferencia a migrantes vulnerables, mujeres y niños”, dice uno de los administradores del albergue, Héctor Preciado.

Irasema y su familia no han pasado hambre, el refugio de la Iglesia Católica, sale a la banqueta para brindar a los migrantes, alimentos, agua, algunas medicinas, y artículos de higiene personal, así como gel antibacterial y cubrebocas.

Un policía municipal, Miguel Estuardo que vigila el parque central de la localidad para que los migrantes no se asienten en el lugar como en las pasadas caravanas, dice que durante la madrugada del domingo y este lunes, llegaron a Tecún Umán, unas 300 personas entre nicaragüenses, hondureños y salvadoreños, los que se han esparcido por diferentes lugares arriesgandose a cruzar por vías irregulares.

La emergencia sanitaria por el Covid-19

Sobre el río Suchiate, el límite natural entre México y Guatemala, en punto de las 8 de la mañana, el General del Ejército Mexicano, Vicente Antonio Hernández Sánchez, comandante de la 36 zona militar y jefe de la operación desplegada en la frontera, atestigua el relevo de tropas y del personal que recorre en motocicletas los caminos de extravios.

Destaca que en la zona se encuentra personal de la Secretaria de Salud de Chiapas, para realizar un chequeo a cualquier migrante que pretenda ingresar.

“El articulo 11 constitucional, faculta a que cualquier persona pueda circular por nuestro país, sin pasaporte y sin nada, por nuestro país podemos circular, siempre y cuando hay dos acepción: que se sujete a Ley migratoria y a la ley general de salud, esos son prioridades y se eleva mas la importancia por la pandemia que estamos cursando”.

El jefe militar agregó: “Si los migrantes en su dicho señalan que vienen al norte huyendo de algunos problemas que tienen en sus respectivos países, está bien, eso no lo podemos cuestionar, sin embargo, si podemos decir que aquí los vamos atender, y si ese es su objetivo estar bien, en México van a estar bien, y van a tener empleo, no tienen porque seguir a otro lugar”.

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