Los habitantes de las 86 comunidades y los 18 barrios del municipio de Pantelhó, que cumplieron cinco días manteniendo el control de la cabecera municipal, celebrarán una asamblea el próximo martes, informó el sacerdote Marcelo Pérez Pérez, quien forma parte de la comisión mediadora integrada por la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
El párroco de Simojovel municipio vecino con Pantelhó, dijo que los inconformes le comentaron que crearán las condiciones para que reabran el comercio que está cerrado desde el lunes en que se apoderaron del pueblo.
Los inconformes endurecieron las medidas de control este viernes al colocar una cadena metálica en el bloqueo que instalaron a cuatro kilómetros del poblado, sobre la carretera que comunica a ese lugar con Chenalhó y San Cristóbal de las Casas.
Los indígenas manifestaron que el jueves acordaron permitir que las personas, mestizos, principalmente, que viven en la cabecera municipal pueden salir del pueblo si así lo desean.
Este viernes, se observó a una familia que se dirigía a San Cristóbal, le permitieron que cruzara en su automóvil con sus cosas, pero no están permitiendo el ingreso al pueblo.
A un kilómetro de distancia, aproximadamente, de donde tienen el bloqueo, están acampados decenas de integrantes del Ejército México, agentes de la Guardia Nacional y la policía estatal, a la expectativa, pero sin acercarse.
El conflicto en Pantelhó se agravó el 7 de julio, cuando el grupo llamado Autodefensas del Pueblo el Machete irrumpió en la cabecera para “expulsar a los sicarios narcotraficantes” que en los últimos 20 años han asesinado a unas 200 personas, entre ellas al exdirigente de la organización Sociedad Civil Las Abejas, Simón pedro Pérez López, muerto de un balazo el 5 de este mes.
Después de tomar la cabecera, los autodefensas emboscaron el 8 de julio a militares y policías, son resultado de 9 uniformados heridos de bala, además de dos de sus miembros lesionados.
Desde el 26 de julio tomaron la alcaldía e hicieron replegarse unas tres cuadras a los soldados y policías que tenían el control del pueblo desde el 7 de julio.