Candidatos preparan eventos masivos

La clase política estatal comienza a “moverse” rumbo a la candidatura para la gubernatura de Chiapas y eso en el estado se percibe. Estamos a punto de ver a más candidatos y más visibles. Son varios -dentro de MORENA- que más que aspirar, suspirarán porque definitivamente solo uno de ellos será el ungido como gobernador o como candidato del partido hegemónico a un puesto de elección popular.

Comienzan a “moverse” porque no todo es la gubernatura. Habrá en juego senadurías, diputaciones federales y locales, alcaldías y por supuesto, cargos en el gabinete legal y ampliado e incluso, existe también la posibilidad de reelección. Es pues, hora para la clase política de buscar transcender otro sexenio.

Ya se “movió” la Senadora Sasil De León Villard quien realizó un acto público que todos entendieron, sabe ya a campaña electoral. Plácido Morales casi cada fin de semana -teniendo un cargo público-técnico- se reúne con grupos incluso de campesinos.

Se cuenta también que ya están listos en el estado los comités de apoyo a la candidatura presidencial del Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, quien parece tiene en Chiapas más simpatizantes que Claudia Sheinbaum, por lo menos dentro de la clase política que hoy gobierna.

¿Cuál es la actualidad de la sucesión estatal rumbo al 2024?

Recuerde, este es un ejercicio de prospectiva política.

No imponemos visiones, ni “cargamos los dados”. Tampoco tenemos fobias o filias por algún candidato o candidata. Nos atenemos a los hechos y a partir de su análisis, construimos escenarios.

La idea de estos ejercicios ha sido que la ciudadanía tenga herramientas para poder tomar una decisión que a partir del voto; será fundamental para la vida política local y nacional y también nos mueve que todo lo público pueda ser debatido.
Probablemente “ni son todos los que están ni están todos los que son”. Seguro habrá nuevos actores políticos y sorpresas incluidas porque son varios los que suspiran por un nuevo puesto político de MORENA y de otros partidos políticos que, aunque ahora no figuran y las proyecciones indican que serán aplastados por el ahora partido hegemónico; una máxima de la vida y de la política es que nadie conoce el futuro, pero debe prepararse para enfrentarlo.

Aspectos esenciales del análisis coyuntural

1.- La etapa política de la vida nacional

Se usa el término “alternancia política” para definir el proceso gradual de equidad y transparencia en el país que poco a poco logró la competencia electoral entre los distintos partidos políticos.

Sin embargo, las elecciones de 2018 sentaron un precedente que modificó ese proceso de alternancia; surgió un partido hegemónico que quiere precisamente, darle continuidad a esa hegemonía. En contraparte, los demás partidos políticos han perdido credibilidad.

¿Por qué ese encono nacional? ¿Por qué esa polarización política que hoy vemos incluso en las mesas de debate familiares? y también, ¿Por qué MORENA sigue teniendo -aunque con dificultades- las mayores aprobaciones ciudadanas?

Porque la mayoría de los mexicanos somos pobres. Esa es la razón fundamental. Porque el lenguaje del presidente López Obrador es coloquial, repetitivo pero incisivo y, porque los subsidios llegan a cada vez más mexicanos porque precisamente, somos pobres y seguramente con la crisis post pandémica, habrá más pobres en el país.

Todo ello hace que la etapa de la vida nacional sea de intento de lograr enraizar a un partido que tenga continuidad y que se imponga por sobre los demás.

2.- El caudillo

Todo partido hegemónico necesita disciplina y un caudillo carismático. MORENA tiene esas dos cosas. Disciplina de la militancia rayando en el fanatismo y un líder que busca transcender imponiendo un partido hegemónico.

Todo aquel político que milita en MORENA y que tiene ciertas aspiraciones; imita el discurso del caudillo, replica sus gestos, defiende sus ocurrencias, tiene como mantra la austeridad, aunque no la cumplan, repite insultos y como su líder; tampoco se detiene a pensar en las consecuencias de sus acciones. No crearon la polarización política nacional, pero la aprovechan.

El jefe político declara e incluso marca la agenda nacional. Distrae la atención de los temas verdaderamente importantes y con ello genera más polarización; pero también más apoyo popular.

El problema de quienes lo imitan, es que no tienen el “arrastre” político de López Obrador. Ello acrecienta su poder como líder indiscutido de MORENA y sobre quien hay la responsabilidad final del “palomeo” de los candidatos y candidatas.

3.- El PVEM ¿actor principal o subordinado?

MORENA necesita a sus aliados. Necesita también que la oposición no logre unificarse. Precisamente la unidad es lo que haría competitiva a la oposición según demuestran las encuestas.

El principal aliado de MORENA es el PVEM y es evidente que el partido en el poder necesita esa alianza. Sin embargo, es claro que esa alianza no es de pares. El PVEM se ha subordinado a MORENA cuando de candidaturas a gubernaturas se trata.

En ese sentido, también el PVEM se subordinará a MORENA en las candidaturas presidenciales. ¿Seguirá haciéndolo en las elecciones por las gubernaturas por venir entre ellas Chiapas? En nuestro estado está probablemente el mayor caudal de votos del verde ecologista, pero también de MORENA.

4.- Los aspirantes presidenciales

Faltan dos años para las elecciones presidenciales y para las de la gubernatura por Chiapas. Los más visibles por la presidencia nacional y seguramente los dos finalistas son Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Al día de hoy, con cualquiera de los dos, MORENA gana la presidencia nacional, aunque de acuerdo a las últimas encuestas, la caída de Sheinbaum en las preferencias es bastante notable.

PAN. PRI y PRD no le hacen sombra a MORENA, ni siquiera tienen candidatos visibles. Sin embargo, falta mucho tiempo todavía por delante.

En MORENA, lo ideal es una “sucesión suave” sin que exista el riesgo de cisma político. Ebrard no ofrece esa opción porque ya cedió una vez ante López Obrador y seguramente romperá lanzas. Sheinbaum si ofrece en caso de no ser nominada; es casi un apéndice del presidente López Obrador, la más disciplinada. En resumidas cuentas, si no es Ebrard el candidato MORENA corre el riesgo inminente de ruptura en la cúpula. Si no es Sheinbaum, el riesgo de cisma se reduce.

¿Cómo impactará en Chiapas esa decisión del caudillo de la izquierda mexicana?

Los escenarios Chiapanecos

MORENA es un partido que intenta imponer su hegemonía sobre los demás. Los restantes institutos políticos adolecen de falta de credibilidad. MORENA en Chiapas sigue sumando actores políticos a su base y lo seguirá haciendo en cuanto se acerquen más los tiempos electorales. Esa es la realidad actual.

Chiapas es -como lo fue con el PRI- una reserva de votos para MORENA. No es para menos, el presidente tiene en el estado su lugar de descanso. A López Obrador le interesa lo que sucede en el estado y como caudillo -sin sombras- de su partido, impondrá -tal vez con alguna dificultad- candidato para la gubernatura.

Al igual que el binomio Sheinbaum-Ebrard en Chiapas muchos -para citar un clásico- no se “hacen bolas”, el binomio final de aspirantes a la gubernatura será Eduardo Ramírez y Zoé Robledo.

Son los aspirantes más poderosos por donde sea posible ver. Ramírez Aguilar es cercano a un grupo político que apoya a López Obrador y además conoce a fondo las entrañas locales del socio de MORENA, el PVEM. Zoé Robledo es miembro del gabinete ampliado y como tal, es posible que tenga incluso acceso al propio presidente de la república.

Los dos la buscarán porque creen que tienen las mejores posibilidades. Los dos dependen del deseo del caudillo que, tomando una decisión, difícilmente la cambiará.

¿Quién estará más cerca de los afectos del caudillo?

Hasta el momento, es aliado crucial, pero el PVEM se ha subordinado a su socio MORENA. ¿En el 2024 lo será en su bastión Chiapas?

Eduardo Ramírez Aguilar todavía tiene una opción más: ser el candidato del PVEM. Entonces se abriría un escenario compitiendo contra Robledo Aburto por MORENA.

¿Existe la posibilidad? Es obvio que sí. Probablemente MORENA y PVEM en el estado tendrían un “convenio especial” irían en coalición en todo, menos por la gubernatura.

Sea Sheinbaum o Ebrard el candidato presidencial por MORENA, el pragmatismo político hará que poco les importe a quien nomina el caudillo para Chiapas. Al final de cuentas, los votos presidenciales serán para la coalición por la presidencia MORENA-PVEM.

Robledo Aburto y/o Ramírez Aguilar necesitan “la bendición” del caudillo. Olvídese de las simpatías de los alcaldes chiapanecos por Ramírez Aguilar, ellos no lo nominarán. Los alcaldes serán esenciales, pero solamente en la movilización de la campaña y el día de la jornada electoral.

Es allí en donde se vuelve importante en el juego de la sucesión el gobernador de Chiapas. ¿Con quien se inclinará el gobernador del estado? ¿Por MORENA con Zoé Robledo o por el PVEM con Eduardo Ramírez Aguilar?

Este es un caso -repetimos- de escenario posible. En próximas entregas analizaremos más combinaciones.

Eduardo Ramírez: ¿la segunda es la vencida?

Las caras comienzan a alegrarse. Y es que fueron seis años de gozo y de poder casi absoluto que en el 2018 se estrelló contra la Cuarta Transformación.

Muchos miembros del equipo político del Senador Eduardo Ramírez sobrevivieron, pero otros tanto no lo lograron. Se quedaron fuera de los beneficios políticos en el nuevo gobierno. Pero ahora, regresan contentos y, sobre todo, ilusionados con que el grupo político volverá a reunirse y de nueva cuenta, será compacto.

Este es el grupo del senador Eduardo Ramírez Aguilar. De quien se dice recibió la autorización para realizar en Tuxtla Gutiérrez en día por definirse, el arranque de su campaña política por la gubernatura en el periodo 2024-2030.

En definitiva. La sucesión presidencial y estatal ya comenzó en Chiapas y todos buscarán su lugar en un puesto político. No le busque “tres pies al gato” los finalistas solo serán dos.

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