El 26 de julio de 2021, el grupo armado El Machete irrumpió en casas y se llevó a los hombres, entre ellos un ex guardia de los hijos del ex presidente Ernesto Zedillo

Fredy Martín Pérez.

El teniente de corbeta retirado Luis Ángel Santiago cambió el mar azul, por las verdes montañas de los Altos de Chiapas. Decidió quedarse a vivir en Pantelhó, donde lo alcanzó una revuelta por la lucha del poder municipal y el surgimiento del grupo armado El Machete, cuyos integrantes lo raptaron el 26 de julio del 2021, cuando tenía apenas cuatro días antes de haber regresado a su hogar, después de cruentos enfrentamientos armados entre dos bandos.

Ese lunes por la mañana, el exteniente nacido en Atoyac de Álvarez, Guerrero, egresado de la Heroica Escuela Naval Militar de Veracruz, fue sacado a rastras e insultos en su casa. No opuso resistencia como algunos otros hombres a los que les dieron de culatazos, puñetazos y patadas. Ese día vestía una playera de la selección de fútbol de Qatar de color blanco y un pantalón caqui. Era el hombre número 13 de detenidos. No se quejó en ningún momento cuando los tzotziles le ataron las muñecas con la cuerda sintética y le anudaron las piernas con un lazo para evitar que huyera.

Con las manos atadas por delante, el exteniente miraba de reojo a los otros 20 hombres que a igual que él, habían sido formados en el kiosco del parque central de Pantelhó, bajo la vigilancia de varios hombres embozados, que llevaban machetes y mochilas al hombro. En la tarde de ese día 26 de julio, Luis Ángel Santiago creía igual que los demás detenidos, que serían encarcelados en la prisión municipal o trasladados a San Cristóbal de las Casas para quedar a disposición de las autoridades de la Fiscalía, pero los líderes de El Machete tenían otro plan.

A pocos metros donde estaban los hombres atados de manos, observaban la escena el sacerdote Marcelo Pérez Pérez y Pedro Cortés López, que 13 días después sería designado en asamblea, presidente del Concejo Municipal. El sacerdote de la iglesia Santa Catarina de Pantelhó, Miguel Ángel Rangel decidió retirarse a la casa parroquial después de unos minutos de observar lo que ocurría.

Como miembro de la Marina Armada de México, Luis Ángel Santiago, nacido en 1954, fue comisionado por el Estado Mayor Presidencial, como escolta de Diódoro Carrasco Altamirano, de los hijos del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León y de la candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota.

En el 2006, fue enviado a la XIV Zona Naval de Puerto Madero, Chiapas, pero en sus días francos le gustaba ir a Tapachula, donde conoció a una joven mujer de Pantelhó, que se dedicaba a la venta y compra de café. Ella era hermana de Carlos Montaño, conocido con el alias de El Chiquis, integrante del grupo armado Los Herrera, al servicio del ayuntamiento de Pantelhó donde gobernaba el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Fue en Puerto Madero, donde el marinpo supo que la joven mujer vivía en Pantelhó, un municipio a una hora de distancia de San Cristóbal de las Casas. Un pueblo asentado entre montañas, ríos y cafetales donde decidió irse a vivir con la joven, con la que tuvo una niña.

El exteniente alentó a la joven a que siguiera estudiando. Le pidió que aplicara para ingresar a las Fuerzas Armadas, pero cuando entró al Ejército, nunca más volvió a su tierra y actualmente radica en Jalisco.

Su estancia en Pantelhó un pueblo de unos tres mil habitantes, no pasó desapercibida. Era respetado por los tzotziles y las autoridades municipales del PRD, que acaparaban el poder desde el año 2000, cuando se da la alternancia partidista en Chiapas. “Buenos días mi teniente”, le decían con respeto sus vecinos.

Solo y sin posibilidades de rehacer su vida con su expareja en Ciudad de México o la joven que conoció en Tapachula, Luis Ángel Santiago decidió quedarse en Pantelhó y volvió a enamorarse de una mujer de la cabecera municipal. En julio del 2021, cuando fue raptado por los miembros de El Machete, el teniente fue sacado del hogar que compartía con la mujer de ese lugar.

En Pantelhó el teniente parecía haber encontrado la felicidad. No pensaba en volver a su tierra en Atoyac, mucho menos a Ciudad de México.

Los pobladores cuentan que el teniente daba capacitación a la Policía Municipal, en manejo de armas y tiro en un campo cercano a la cabecera municipal.

Pero sus adversarios lo veían con recelo, porque su excuñado El Chiquis, lo ligaban como parte de la estructura de Los Herrera.

Pantelhó parecía vivir una aparente paz, hasta que el 5 de julio fue ejecutado en el mercado del vecino municipio de Simojovel el catequista Pedro Simón Pérez, que como parte de su trabajo pastoral en ambas jurisdicciones denunciaba el hostigamiento de Los Herrera.

En las elecciones municipales de junio del 2021, en Pantelhó, Los Herrera tomaron las casillas, para presionar a los habitantes que cruzaran las boletas por el PRD. Solo así Raquel Trujillo, que iba a recibir el cargo de su esposa Delia Janeth Velasco Flores, superó los cuatro mil 517 sufragios, por encima de la candidata del PRI, Catarina Hernández Méndez, con mil 951 votos.

El asesinato del catequista provocó que grupos de hombres armados empezaran a patrullar los caminos que van a la cabecera municipal de Pantelhó y entre el 4 y 5 de julio se registran enfrentamientos entre Los Herrera y el grupo que se conocería como El Machete. Del número de víctimas mortales y heridos, no se supo, porque aparentemente ambos grupos se llevaron sus muertos, pero lo que si se podía apreciar eran casas destruidas, autos quemados y destrozos en la alcaldía y algunas viviendas de gente que trabajaba con Raquel Trujillo.

La tensión aumentaba en la región. El día 8 de julio fueron halladas dos bombas artesanales en la comunidad Nuevo Israel, del municipio de Simojovel y un día después cuando el Ejército, la Guardia Nacional y la Policía intenta recuperar el control del pueblo, se registran nuevos enfrentamientos.

Decenas de tzotziles atemorizados por las balaceras huyen hacia los municipios de San Cristóbal de las Casas, Chenalhó y San Juan Cancuc.

Para el día 22 de julio, el teniente regresa a su casa en la cabecera municipal, con la idea de que volvería la paz. “La tranquilidad ya volvió por el fuerte dispositivo de seguridad” que se implementó, declaró a periodistas el hombre que fue entrevistado por los periodistas, sin saber que se trataba de un exteniente que había cuidado a los hijos de Ernesto Zedillo. Ese día vestía una camiseta de color azul de la sección de fútbol de Qatar.

Cuatro días después El Machete, que ya era conocido como tal, desde el día 18 de ese mes, irrumpió en las casas de la cabecera municipal de Pantelhó. “¡Están entrando a las casas!”, gritaban alarmadas las mujeres, que horas después pidieron al sacerdote Marcelo Pérez, que intercediera para que fueran liberados los 21 hombres, pero no les escuchó.

Desde la tarde de ese 26 de julio no se supo más de los 21 hombres que fueron raptados.

Una familiar del exteniente que habló con este diario, aseguró que, a un año de la desaparición de Luis Ángel Santiago, no saben nada, porque “las autoridades no dicen nada. No dan razón de los 21 desaparecidos”.

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