Cinco personas resultaron golpeados y se encuentran en un hospital; 7 sufrieron crisis nerviosa, mas de cien resultaron intoxicadas por el gas
En el Día del Burócrata, integrantes del Sindicato Independiente de Trabajadores del Ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas retuvieron momentáneamente y jalonearon al alcalde Mariano Díaz Ochoa, durante una sesión del cabildo, en la que le exigían el pago de medicamentos; para dispersarlos policías municipales les aventaron gas lacrimógeno.
La trifulca de acuerdo al reporte de Protección Civil municipal, dejó cinco personas golpeadas que fueron trasladadas a un hospital, siete fueron atendidas en el lugar por crisis nerviosa; la mayoría de las más de cien personas que se encontraban en el edificio resultaron intoxicadas por el gas.
Elia Vázquez Herrera, dirigente de los trabajadores, aseguró que los sindicalistas llegaron de manera pacífica para exigir que las autoridades municipales les proporcionen el servicio de farmacia, de médicos especialistas y hospitalizaciones.
“Llegamos pacíficamente para entablar pláticas con el ayuntamiento en la sesión del cabildo, para que se resuelvan nuestras peticiones, pero no fuimos escuchados, lo único que recibimos fueron agresiones de la policía que nos tiró gases en un lugar cerrado. Tenemos cinco hospitalizados y otras personas recibieron el auxilio en el lugar. Uno de los empleados no se puede mover”, denunció la líder.
Señaló que el ayuntamiento les adeuda facturas por un monto de 160 mil pesos porque, “que es dinero de los trabajadores que sufragaron los gastos de medicamentos. Entregamos las facturas originales y no nos quieren pagar. Dicen que no lo van a pagar y no quieren regresar los originales de las facturas. El ayuntamiento dice que no hay recursos”.
En un comunicado, la policía municipal informó que los hechos se presentaron “luego de que un numeroso grupo de personas pertenecientes al Sindicato Independiente de Trabajadores del Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas, irrumpió en la sesión extraordinaria del cabildo para retener” al presidente municipal y a otros funcionarios, por lo que agentes de la corporación “implementaron un dispositivo de seguridad para rescatarlo, mantener el orden y garantizar la integridad de todo el personal que se encontraba en ese momento en las instalaciones”.
“Los hechos se registraron alrededor de las 09:20 horas de este viernes, durante la sesión del cabildo, cuando un aproximado de 80 personas se aglutinaron en las puertas de acceso al recinto, colocando muebles, sillas y candados en la reja principal para impedir el paso, al tiempo que comenzaron a gritar consignas y posteriormente, se abalanzaron hacia el alcalde, a quien retuvieron con violencia, golpeándolo en diversas ocasiones, así como a otros funcionarios que intentaban salir del lugar”.
Dijo que ante estos hechos, “ante los hechos, el director de Policía Municipal, Comisario Reynol Jacinto Robles Sánchez, instruyó un dispositivo de seguridad para mantener el orden, ya que las agresiones en contra de varios trabajadores y al alcalde comenzaron a subir de tono, por lo que se utilizaron agentes químicos disuasivos ante el disturbio social, logrando rescatar al alcalde y liberando los accesos al edificio para que pudieran salir más de 50 trabajadores que se encontraban atrapados”.
Esa versión fue rechazada por Vázquez Herrera, negó que los sindicalistas hayan cerrado la reja con cadenas y candados, así como rechazóque hubieran golpeado al alcalde.
“Estaban jaloneando al presidente los que lo iban sacando, y cuando ya lo habían retirado, tiraron los gases, pero en ningún momento se trató de retenerlo y golpearlo. Para nada colocamos candados”, sostuvo.
De acuerdo a la versión oficial, los trabajadores sindicalizados, cerraron la puerta principal con cadenas y candados, lo que impedió la salida de regidores, empleados y otras personas que se encontraban en la segunda planta del edificio, donde se localiza la sala en la que se realizan las sesiones, quedando atrapadas, por lo que sufrieron las consecuencias del gas.
Algunas personas rompieron cristales para salir y otros descendieron en una escalera de la segunda planta del edificio, ubicado en el sur de la ciudad.