A la deriva el deseo de transcender otro sexenio en Chiapas
Descontemos ya a los secretarios de salud y de obras púbicas
Marden Camacho, la figura emergente
Fueron bautizados como el “Grupo Tabasco” y los soltaron al ruedo político chiapaneco, tuvieron una impunidad a su promoción personal sin precedentes y sin sancionar por las autoridades electorales y ni así pudieron consolidar una carrera política.
En su derrumbe, el “Grupo Tabasco” arrastra la credibilidad de este gobierno, su legado y; en el corto plazo perjudica también al Partido Morena porque son cuestionados por los jóvenes tuxtlecos, unos jóvenes que, junto con el resto de la ciudadanía, irá a las urnas en el 2024.
Arrastra también al próximo candidato a la gubernatura de ese partido y también al candidato a alcalde, ya que seguramente serán cuestionados por un obra que no es popular y lo peor, probablemente ellos serán los que reciban el voto de castigo de la juventud de la capital chiapaneca.
Ese grupo pronto fue bautizado como el “Grupo Tabasco”. Se trataba de algunos funcionarios del gobierno estatal identificados con el inicio de su carrera profesional en el vecino estado y que durante el gobierno de la cuarta transformación local ocuparon la titularidad de dependencias estratégicas de gobierno.
Nadie o muy pocos los conocían en Chiapas. La cuarta transformación local los impulsó hacia una carrera política meteórica con resultados en la gestión que no está a la altura de las circunstancias.
Hoy impulsar esas carreras políticas hacia puestos de elección popular representa un lastre para la cuarta transformación local rumbo al 2024 por el rechazo popular y también por la falta de carisma de los miembros visibles del grupo.
El “Grupo Tabasco” y sus integrantes intentaron todo lo posible: promocionarse en todas las redes sociales y pintar bardas. De hecho, Las bardas de las ciudades chiapanecas se inundaron con publicidad del Partido Morena mientras el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana IEPC volteaba la vista -y sigue volteándola- para otro lado.
El “Grupo Tabasco” probó con el secretario de salud José Manuel Cruz Castellanos y nada. Incluso el secretario en su promoción personal, acortó su nombre a “Pepe Cruz” y ni así funcionó. El secretario no se volvió popular.
Obvio, a “Pepe Cruz” se le atravesó la crisis de la pandemia y recibió el sector con la infraestructura deshecha o abandonada. Reconvertirla, modernizarla, reconstruirla era una oportunidad de oro para transcender más allá de encabezar la titularidad de una secretaría. Pero nada pasó. La popularidad del secretario no levantó.
A la promoción personal de José Manuel Cruz Castellanos -que no prendió- le siguió la de Ángel Torres Culebro que superó en intensidad al anterior. Videos del secretario de obras públicas inundaron las redes sociales chiapanecas con el pretexto de promocionar la obra pública estatal. Ni así.
Ángel Torres recorrió todo el estado con su slogan “Ya falta menos”. No decía para qué faltaba menos; pero los vaticinios políticos le pronosticaban la alcaldía tuxtleca mínimamente.
Otro funcionario que se promociona bastante en las redes sociales es el Secretario de Hacienda. Desde esa posición poco se puede hace para alcanzar popularidad. Sin embargo, Javier Jiménez no cede en su intento de promocionarse.
El caso del secretario Ángel Torres es digno de observarse. Siendo abogado es el titular de una dependencia especializada en construir infraestructura. Signo de los tiempos actuales y globales; ese perfil no tendría ningún inconveniente si las áreas especializadas de la dependencia funcionan, puesto que, desde la titularidad de las dependencias, lo que más se hace es política.
Se hace política; más no promoción política. El secretario Torres no hizo política, realizó y realiza -a todas luces- promoción política.
En el pecado llevó la penitencia. Al descuidar sus funciones, sus aspiraciones políticas fallaron. La caída del domo deportivo en Motozintla fue el inicio de su descenso político construido a partir de la publicidad personal en redes sociales.
Por su parte, “Pepe Cruz” no pudo hacer despegar su carrera política. Hace pocos días, divulgó un video en donde daba a conocer sus intenciones de contender por la gubernatura estatal. No hubo reacción ni revuelo popular.
Los tres casos: Los tres secretarios, el de Obras Públicas, el de Salud y el de Hacienda demuestran que la publicidad en redes sociales no crea popularidad. No la tienen y no la podrán lograr en poco tiempo.
“Chiapas de Corazón” y el cambio generacional
La gente no quiere, la gente no cree en la obra. Pero se empeñan en construir en Tuxtla Gutiérrez los puentes que impactarán Joyyo Mayu, Caña Hueca y el Parque Tuchtlán. En ese sentido, no es difícil darse cuenta: quienes se oponen -y lo hacen con vehemencia vía un novedoso activismo en el estado- son los jóvenes.
Entonces, si los jóvenes están en una protesta contra un gobierno, para dicho gobierno ello debe de ser una tragedia. Primero porque se pierden votos y después porque eso significa que, para las futuras generaciones, el gobierno cuestionado será recordado por una medida impopular.
Los jóvenes tuxtlecos se oponen a esta obra de infraestructura porque consideran que no es amigable con el medio ambiente y, además no confían en el constructor.
Ángel Torres no ha podido contrarrestar el impacto mediático del colectivo “Menos Puentes, Más Ciudad” y acusa “mano negra” en la protesta que también ha sido llevada al terreno legal. Sin embargo, esa acusación suena a pretexto para tapar un descuido administrativo que explotó políticamente: ese tipo de obra debió de consensarse con los ciudadanos y no se hizo.
Marden Camacho al quite
El “Grupo Tabasco” tuvo una caída estrepitosa y sus cabezas visibles, en cualquier puesto de elección popular al que sean postulados, solo votará por ellos el denominado “voto duro” morenista, es decir; los beneficiarios de los programas sociales porque no levantan la simpatía de nadie.
En esas circunstancias, había que tener a la mano otra estrategia. El empresario Marden Camacho tomó la estafeta para llenar el vacío que deja el “Grupo Tabasco”. Es el responsable de dirigir la precampaña estatal del Secretario de Gobernación Adán Augusto López.
Su designación dice mucho porque el titular de la Secretaría de Gobernación, tiene un parentesco político con el ejecutivo estatal, en segundo lugar, porque nadie del “Grupo Tabasco” ocupa esa posición y tercero, porque desplazó hacia Oaxaca al Diputado Federal Ismael Brito Mazariegos.
La gran pregunta es ¿Qué está reservado para Marden Camacho?
Los ambientalistas contra el Secretario de Obras Públicas
El choque todavía da para más. Particularmente, no conozco un funcionario público que durante su encargo no se sienta agredido por el trabajo periodístico y por las manifestaciones sociales en su contra.
Siempre creen tener la razón y no promueven la transparencia. En ese sentido, ¿acaso el secretario Torres ha hecho público el seguimiento puntual al caso del Domo deportivo caído en Motozintla. Ojalá lo haga lo más pronto posible.
El encontronazo con el colectivo tuxtleco “Menos Puentes, Más Ciudad” fue inevitable. Esto porque los activistas más convencidos en cualquier parte del mundo, son los medioambientales. Por eso, no cederán fácilmente; es más, también al activismo social, le suman acciones legales.
La pregunta es: ¿Habrá posibilidad de cancelar la obra por la protesta?. Obras Públicas y su titular difícilmente también cederán porque está visto que no entendieron que la protesta responde a un cambio generacional.
Pase lo que pase, los ambientalistas ya ganaron. Descarrilaron un proyecto político dirigido por chiapanecos ausentes de su estado que se montaron en el “carro” de la “Cuarta Transformación” y que de pronto descubrieron que no lograron la popularidad ciudadana con la que soñaban.
A pesar de ello, tienen una característica que ha sido adquirida de la “Cuarta Transformación” nacional; no aceptan la crítica, no reconocen ni se adaptan a las coyunturas y creen que todos -especialmente los periodistas y los activistas- están en su contra.
En consecuencia, es posible hacer un pronóstico: es bastante probable que a pesar de la resistencia ciudadana y ambientalista a la construcción de los puentes; se lleve a cabo el proyecto que tuvo un costo de 28 millones de pesos en sus estudios ejecutivos y técnicos y que significará una erogación de más de dos mil millones de pesos.
Sin embargo, en este escenario, la victoria de la Secretaría de Obras Públicas corre el riesgo de ser pírrica pues la protesta ciudadana logró algunas victorias importantes incluyendo las legales:
Por ejemplo, evidenció la falta de sensibilidad y contacto ciudadano de un grupo político que aspiró a todo lo posible y hoy corre el riesgo de quedarse sin nada.
Por eso, el “Grupo Tabasco” tendrá que pelear espacios locales con el grupo del exgobernador Manuel Velasco Coello, que si bien está subordinado al Partido Morena; el hecho de que el ex mandatario esté a las puertas de iniciar una campaña política siendo su partido aliado fundamental de Morena; significará que entre los dos institutos políticos sostendrán acuerdos finales.
Además, el colectivo “Menos Puentes, Más Ciudad” lanzó una advertencia futura a los grupos políticos estatales; lo movimientos sociales son parte ya de un cambio generacional a tomar en cuenta.
Finalmente, es necesario lanzar una advertencia inquietante que dicta la lógica: Si los políticos de MORENA no toman en cuenta las coyunturas, si tienen oídos sordos al reclamo popular; si por ello se empeñan en construir la obra; habrá que tomar en cuenta que se corre el riesgo de que los puentes estén desfasados de los “tiempos políticos”; es decir, de los “tiempos electorales”:
Ante ese desfase, seguramente el proyecto “Chiapas de Corazón” será una obra que se realizará a toda prisa para entregarla justo antes de las elecciones. En ese escenario, ¿un titular de obras públicas desacreditado garantiza la confiabilidad de la obra?
Ese es el dilema. Al quite entró Marden Camacho y el “Grupo Tabasco” se diluye sin legado.