Este sábado hubo aparente calma; los hombres armados desbloquearon, pero se mantuvieron en los puntos cerrados haciendo presencia. 

Unas tres mil personas han dejado sus hogares desde el lunes a la fecha en el municipio de Frontera Comalapa, como consecuencia de la confrontación que mantienen dos organizaciones criminales que se diputan un territorio que colinda con Guatemala, informó el Comité de Derechos Humanos Digna Ochoa.

El organismo dio a conocer que desde el lunes 22, hacia las 14:00 horas, integrantes de los “dos bandos del crimen organizado”, se enfrentaron y hasta este sábado había reportes de “que hay más de 60 muertos de ambos bandos”.

“Por el enfrentamiento de ambos bandos, uno de los bandos usa drones cargados con explosivos de C4, y armas de alto calibre, y se presume que son los tipos de armas que han usado en las casas de los pobladores del ejido que nada tienen que ver (en el conflicto)”, dice el escrito.

Entre la confusión, agrega el Comité de Derechos Humanos, “no se sabe, ni existe claridad de qué bando” son los hombres armados que “están entrando a saquear y robar bienes y dinero de los pobladores”. “Saquearon la tesorería del ejido, llevando un botín considerable”, aseguró.

Por ahora, tres mil personas, entre hombres, mujeres y niños, del ejido Nueva Independencia, también conocido como El Lajerío, municipio de Frontera Comalapa, han dejado sus hogares para buscar refugio en otras comunidades.

Las comunidades que han recibido a los desplazados, son: Barrio El Corralito, Absalón Castellanos, Santo Domingo, Ejido Benito Juárez, ejido Nicolás Bravo, ejido Costa Rica, ejido Mazapa, ejido Candelaria, todos del municipio de Frontera Comalapa; y a los ejidos de Josefa Ortiz de Domínguez y Ejido Pablo L. Sidar, del municipio de Chicomuselo.

En esta semana de confrontación armada, la Guardia Nacional y Ejército “no han intervenido” para evitar que continúen los choques entre ambas organizaciones.

“Ninguna autoridad hasta el momento hace nada, dejando al pueblo en absoluto abandono y a su suerte”, manifestó el Comité Digna Ochoa.

Agrega que por esta confrontación armada “se configuran graves vulneraciones de los derechos humanos y los gobiernos federal y estatal son responsables por su omisión y negligencia”.

El Comité hace lo un llamado a las comunidades donde han llegado los desplazados, a que se solidaricen con ellos “en la medida de sus posibilidades” y que “se organicen para apoyar con maíz y fríjoles o con lo que se tenga para apoyar” a los hombres, mujeres y niños que requieren de alimentos.

“Son tiempos difíciles, y sólo la organización y solidaridad del pueblo salva al pueblo, porque en este momento el gobierno está más ocupado en sus campañas políticas y vulneran derechos humanos de las personas dejándolas abandonadas y a su suerte”, asienta el organismo.

En Frontera Comalapa se informó que este sábado se permitió la apertura del mercado, para que las familias puedan abastecerse de alimentos a una semana de que los bandos armados recrudecieron las hostilidades.

“A las 11 horas avisaron que podíamos ir a hacer las compras, la despensa, por lo que mucha gente salió, y a las 13 horas avisaron que se retiraban los bloqueos”, señalaron los pobladores.

Señalaron que un joven de 15 años –los cumplió hace tres días- murió hace dos días en esa localidad a causa de una bala perdida cuando se encontraba con sus padres y hermanos en su casa “, y dentro de todo lo malo se logró que los hombres armados permitieran que se le sepultara en el panteón, porque ni siquiera eso permitían”.

“En la comunidad de Lajerío (cuyo) nombre oficial es Nueva Independencia) prácticamente salió toda la gente; apenas hoy salió una señora, y dijo que ya el pueblo está silencio, que no hay ningún alma; algunos hombres fueron a sacar los animales del corral para darles agua y que no se mueran de sed; hay mucha tristeza de la gente de dejar su casa y animales”, comentaron.

Añadieron que también se han desplazado algunas familias de la vecina La Candelaria –los enfrentamientos ocurrieron entre Lajerío y La Candelaria- y todos están dispersos, incluso en localidades del vecino municipio de Chicomuselo. “La gente salió hacia el monte, a las cuevas, montañas o a refugiarse con familiares en otros lugares”. 

Afirmaron que existen reportes de saqueos en las casas de los desplazados y de que hubo “muchos muertos”.

Este sábado hubo aparente calma, pues abrieron las entradas y salida, “pero el peligro sigue latente. La noche es incierta y tensa”.

Precisaron que los hombres armados desbloquearon, pero se mantuvieron en los puntos cerrados haciendo presencia. 

La parroquia católica avisó que canceló las misas dominicales programadas para las 6, 12 y 17 horas en el templo, debido a que no hay condiciones de seguridad para los parroquianos. “Urge la presencia del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional”, demandaron.

Hasta hace unos días, había una multa de mil 500 pesos, para los comerciantes que llegaran a abrir sus puestos.

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