San Cristóbal de las Casas, Chis. 21 Dic.- “El desarme inmediato de los grupos criminales que operan en la región y restablecimiento del orden social sin poner en riesgo a la sociedad civil”, ya que la población vive desde hace dos años en “estado de sitio”, demandó el Pueblo Creyente de la parroquia San Pedro y San Pablo del municipio de Chicomuselo.
En un pronunciamiento la organización católica exigió la recuperación del territorio para que nuestros pueblos sean sujetos de su historia; así como restablecer el libre tránsito y el respeto a nuestros derechos humanos y colectivos.
Denunció que en la región existe “cobro de derecho de piso y de paso, además de la presión y control social de grupos criminales que someten a las comunidades y pueblos a la condición de secuestro.
Agregó que existen “amenazas, hostigamiento, intimidación, persecución a la sociedad civil, presencia de personas armadas en nuestras comunidades, saqueo y explotación minera que permanece bajo amenazas e intimidaciones a autoridades ejidales y localidades con la presencia de hombres armados”.
Por lo que “no quedarnos al margen de las situaciones de dolor, injusticia, violencia y terror que sufren nuestras comunidades a causa de los grupos criminales que se disputan el territorio y van secuestrando la vida de nuestros pueblos, privándonos de nuestros derechos humanos y colectivos”.
La agrupación perteneciente a la diócesis de San Cristóbal de las Casas afirmó que en esa región prevalece “la lucha de grupos criminales por el control del territorio; la violencia armada que anula los derechos y la vida de nuestras comunidades y pueblos; el despojo de nuestros bienes materiales y naturales”.
Al denunciar “la omisión del Estado mexicano ante esta realidad tan dolorosa”, exigió “la atención urgente a las demandas de paz de nuestros pueblos; restablecer el libre tránsito y el respeto a nuestros derechos humanos y colectivos; la expedición de declaratoria oficial contra la explotación minera y demás bienes naturales, y respeto a nuestra labor pastoral en la búsqueda y construcción de la paz con justicia y dignidad para todas y todos”.
Señaló que en medio de los gritos de paz silenciados por la violencia y las armas, peregrinamos como iglesia pueblo de Dios en el marco de las celebraciones del año jubilar de nuestro querido jTatic Samuel, caminante en el corazón de nuestros pueblos y nuestra acción de gracias por las cosechas, frutos de la madre tierra y la generosidad de Dios creador y formador.
Por lo que no podemos quedarnos al margen de las situaciones de dolor, injusticia, violencia y terror que sufren nuestras comunidades a causa de los grupos criminales que se disputan el territorio y van secuestrando la vida de nuestros pueblos, privándonos de nuestros derechos humanos y colectivos”.