Tres años lleva cerrada la zona arqueológica El Lagartero, (300 al 400 después de Cristo), ubicada en el municipio de La Trinitaria, ubicada en los límites de frontera con Guatemala, como consecuencia del enfrentamiento que mantienen en la región carteles de las drogas.

La emboscada de cuatro hombres de entre 26 a 30 años de edad, el 10 de noviembre del 2021, entre ellos José Fernando Cruz Montejo, conocido como “El Poni”, de la comunidad Unión Lagartero, colindante con la zona arqueológica, marcó el inicio de una guerra que ha dejado decenas de muertos, desaparecidos y enfrentamientos entre las organizaciones criminales.

A partir de ese momento, las comunidades cercanas a El Lagartero, ubicadas en los municipios de La Trinitaria y Frontera Comalapa, procedieron a colocar barricadas en las entradas para evitar el paso de vehículos conocidos como monstruos que llegaban desde Guatemala para atacar a sus adversarios.

Como consecuencia, el turismo nacional y extranjero que llegaba para visitar la zona arqueológica El Lagartero y Lagos de Colón, dejó de llegar, debido a que el camino estaba cerrado y vigilado por halcones.

El 1 de junio del 2022 desaparecieron en el camino que va de la Panamericana a El Lagartero, Leonardo Javier Ancheyta, de 21 años de edad y Luis Álvaro Arciniega, Ancheyta, de 22 años, originarios de Huehuetán; Heriberto Guzmán Cornejo, de 32 años; y Rigoberto Gutiérrez Díaz, de 42 años, originarios de Guadalajara, Jalisco.

Según sus familiares, los dos chiapanecos y los dos jaliscienses, éstos que se dedicaban a la compra de mango en la costa de Chiapas, habían decidido ir a visitar la zona arqueológica y los lagos, pero hasta ahora no se ha vuelto a saber de ellos.

El 29 de noviembre del 2012 se abrió al público la zona arqueológica El Lagartero, después de 14 temporadas de trabajo que iniciaron en 1990.

En esa ocasión se informó que ese lugar era la 15 zona arqueológica que se abría en México en los últimos seis años, pero se había invertido 7.5 millones de pesos, según había informado, el entonces Secretario de Educación, José Ángel Córdova Villalobos.

La zona llevaba un 20% de trabajos en exploración y restauración en la plaza principal.

La arqueóloga Sonia Rivero informó en ese año, que se había trabajado en el juego de pelota, en los altares, en las estructuras ubicadas en el sureste y este, así como las cuatro pirámides que delimitan la plaza central y se habían explorado siete basamentos habitaciones ubicados en la plaza principal, edificios con cimentación de dos hileras de piedra, pero sin paredes que probablemente fueron material perecedero.

En la zona fue hallada una estela de un cautivo y piezas de cerámica del estilo clásico temprano y hasta posclásico.

Antes de la llegada de Rivero, Tomás Lee había realizado algunos estudios en el área.

La otra zona donde el turismo no puede ingresar desde agosto del 2023, es Toniná, en el municipio de Ocosingo, por un problema agrario. El propietario del camino a acceso a la zona arqueológica, José Alfonso Cruz Espinosa, exige el pago de su terreno al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En el 2002 y 2014, Ruiz Espinosa ya había vendido parte de su terreno al INAH, pero ahora asegura que le valuaron como potrero, con un precio que no le conviene.

Por esto, desde hace más de cinco meses decidió cercar el camino para evitar el paso de turistas a la zona arqueológica, hasta que tenga respuesta del INAH; pero la institución le informó que le pagará con el ingreso por las entradas, pero rechazó la propuesta.

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