Reportaje

Suchiate, Chis. 5 Julio.- El despliegue permanente de la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala trastocó la dinámica comercial entre ambas naciones e inhibió el flujo migratorio en el río Suchiate, por donde ingresaban a México de manera ilegal o nadando miles de migrantes.

De lado guatemalteco, en el poblado de Tecún Umán, habitantes y comerciantes acostumbrados a cruzar personas y todo tipo de mercancías de un lado a otro de la frontera de México, vieron asombrados y preocupados como desde el lado mexicano, militares y policias se apostaban a la orilla del río para impedir el paso de los migrantes y revisar sus mercancías. 

“Esto no lo habíamos visto nunca antes”, le dice un balsero que pasa mercancías mexicanas hacia Guatemala, pero también migrantes que van hacia el norte a doña Fidelina que vende refrescos embotellados en la ribera del río. Primero el Suchiate y luego la costa de Chiapas, esa es la ruta natural del migrante centroamericano hacia Estados Unidos.

La presencia militar alertó también a los contrabandistas que operan en la zona, y a los migrantes que esperan en el departamento de Ayutla Guatemala.

Vicente, un bici taxista de Tecún Umán dice que el conoce a muchos coyotes que llevan gente hasta Estados Unidos y a muchos mas que suspendieron sus planes de emigrar luego de la instalación de los retenes en las carreteras de México, y “ahora que llegaron los militares mexicanos al río”. 

José Baide Gutiérrez, un hondureño nativo de Tela departamento de La Atlántida en Honduras junto con su esposa y sus dos hijos de dos y cinco años, esperan en la Casa del Migrante de Tecún Umán, un autobús que los lleve de regreso junto con otros 60 hondureños a su país.

“Nos regresamos a esperar otro tiempo; porque ahora las circunstancias de México, no nos permiten pasar. Nosotros ahora no somos bienvenidos en el país mexicano, nos ponen mucha trabas y en verdad corren peligro nuestros hijos porque ya han secuestrado niños, por ese motivo nosotros nos regresamos”, dijo el hombre de 29 años. 

Junto a José, hay hondureños originarios de Progreso Yoro, Santa Rita y Tegucigalpa que no saben que va a pasar y si se trata de un cambio definitivo del gobierno de México, o solo por un tiempo.

José cuenta que intentaron pasar por el estado de Tabasco, allá les dijeron que de este lado del Suchiate estaban dando oportunidad y una visa humanitaria para atravesar México, pero se encontró con el resguardo de la Guardia Nacional. 

Luis Fernando, otro migrante hondureño, que en el mes de enero obtuvo la vísa humanitaria y se instaló en Tijuana junto con su esposa donde consiguieron empleo; en la última semana decidió regresar a su país por su hija Frida para llevarla con ellos, porque asegura ya están listos para cruzar a Estados Unidos.

Cuenta que sus paisanos y familiares que se encuentran en la unión americana le han dicho que el gobierno estadounidense está dando asilo a quienes ingresen con sus menores hijos y está dando la oportunidad de trabajar hasta por 15 años.

“Pasan el río y migración estadounidense los agarra, los retiene, llega alguien que está en el país y los reclama y ellos pasan”, afirma.

El General Vicente Antonio Hernández Sánchez, comandante de la Guardia Nacional en todo el sureste afirma:  “Sí hay una disminución del flujo migratorio” y “este esfuerzo nacional ha sido reconocido por otros gobiernos”. 

El militar que ofreció una conferencia de prensa el miércoles en el puente Suchiate, dijo  que el despliegue de los elementos de la Guardia Nacional abarca la vigilancia en los puntos formales y en los 61 informales que hay sólo en Chiapas por donde se registraba un tránsito no controlado.

Mario Morales, coordinador de la Casa del Migrante en Tecún Umán dice que el endurecimiento de los operativos han afectado al refugio desde la semana pasada; la casa que tiene capacidad para recibir hasta 80 personas y cien personas, ha llegado a recibir hasta 500 migrantes de todas las nacionalidades.

“Decirles a los Estados que con represiones, con retenes, con estos operativos que están implementando, no van a detener la migración; si atacaran la causa de la migración, la migración se acabara, pero no quieren poner esfuerzos en fuentes de empleo, en salarios justos, velar por la seguridad del ciudadano, porque las extorsiones y el reclutamiento de las maras sigue afectando a los migrantes”, señaló el defensor de la congregación de misioneros Scalabrinianos.  

Frontera porosa e integrada por pueblos casi con las mismas costumbres, la frontera sur es casi olvidada. Pero eso no quiere decir que no tenga su propia dinámica comercial y migratoria. Las fincas cafetaleras y bananeras del Soconusco en México emplean y han empleado a miles de jornaleros centroamericanos especialmente guatemaltecos, que se trasladan desde su país hasta las fincas mexicanas en épocas de cosecha. 

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