El grupo de migrantes apenas avanzó 12 kilómetros
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 23 Oct.- Tras una caminata de casi 10 horas, integrantes de la caravana migrante «por la paz, la justicia y la libertad del migrante”, que busca llegar a la Ciudad de México para pedir en el senado de la república atienda el fenómeno migratorio y se respete el derecho a migrar de las personas, duermen esta noche en el ejido Alvaro Obregón municipio de Tapachula.
Cuando apenas habían caminado siete kilómetros sobre la carretera costera, agentes del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional trataron de evitar su paso abajo del puente del poblado Viva México, donde tendieron un cerco con equipos antimotines.
Los migrantes en su mayoría mujeres con niños y niñas lograron librar la valla, luego que un grupo de jóvenes se lanzara con empujones al cerco policial y se abrieran paso sobre la vía.
Isidro un menor de cinco años de edad de nacionalidad guatemalteca, resultó con una herida en la cabeza tras el breve enfrentamiento, por lo que fue auxiliado por paramédicos del Grupo Beta.
El percance ocurrió “porque se le zafó la chancla y al soltarse de la mano de su mamá cayó, y fue a dar con el pico del escudo de un policía”, contaron los migrantes.
“Tuve miedo porque los policías empezaron a forcejear, como pudimos salimos y nos echamos a correr, mucha gente corría, los niños”, contó la Hondureña Andrea Torres que viaja con sus dos hijos y otros familiares. La mujer dice que tienen el plan de llegar hasta la frontera norte y pedir asilo en Estados Unidos, “estamos sabidos de lo que es ir en una caravana, pero qué vamos hacer, para atrás no”, manifestó.
Irineo Mújica de la organización Pueblos sin Fronteras, uno de los organizadores de la caravana, niega que el destino de la caravana sea la frontera entre México y Estados Unidos.
“Esta es la resistencia, porque la cárcel (Tapachula) no es la solución; preferimos ser golpeados por una Guardia Nacional cobarde que alguien nos diga que nos tenemos que quedar en una cárcel sin haber hecho nada”, señaló.
La caravana migrante no tiene un plan definido, se irá decidiendo cada día, tomando en cuenta las altas temperaturas que prevalecen en la costa de Chiapas; “vamos a caminar en paz, tomando descansos cada cinco kilómetros”, reiteró Luis García Villagran uno de los organizadores.
El contingente pretende seguir la ruta natural de la costa que siguen los migrantes en su tránsito hacia el norte del país y que han recorrido las otras caravanas. Seguir por toda la costa de Chiapas hasta Oaxaca, para luego tomar la carretera al estado de Puebla para finalmente llegar a la Ciudad de México.
El nuevo éxodo ocurre justo tres años después del ingreso a México de la primera caravana de migrantes en octubre del 2018.