La caravana migrante denominada “éxodo de la pobreza” sigue su camino rumbo a Estados Unidos, luego de que salió de Tapachula, el pasado 24 de diciembre.

Tuxtla Gutiérrez, Chis. 26 Dic.- Miles de migrantes de unas 20 nacionalidades que salieron en caminata la mañana del pasado 24 de diciembre de Tapachula, avanzan sin contratiempos por la carretera costera de Chiapas, en busca del sueño americano. Esta tarde llegaron al municipio de Villa Comaltitlán.

“El éxodo de la pobreza”, como los migrantes llamaron al contingente, “es el más grande de los últimos años, caminan mas de 10 mil personas, muchas familias, niñas, niños y adolescentes”, aseguró el activista Luis Villagran organizador de la caravana.

Luego de pasar la Navidad en el municipio de Huixtla, donde organizaciones humanitarias y la iglesia católica les repartieron tortas, atole y aguas frescas, los migrantes se enfilaron este martes desde muy temprano hacia el poblado de Villa Comaltitlán donde llegaron después de caminar más de cinco horas por la carretera, la ruta natural que siguen los extranjeros que se internan de manera irregular a México por el río Suchiate.

En el Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (CAIFT), donde se ubican oficinas del Instituto Nacional de Migración, el Sistema de Administración Tributaria y del Ejército Mexicano para revisar vehículos y personas que pretenden internarse al país desde el sur, los migrantes protestaron, se hincaron y solicitaron al gobierno su atención para transitar sin problemas por el país.

“Clemencia, pedimos clemencia, tengan consideración”, pidió el cubano Jean Pierre García, quien señaló que los cubanos solo buscan una mejor vida y poder ayudar a sus familias.

Antonhy Mosqueda, ciudadano de Venezuela, dijo que es “frustrante ver que después de cruzar el Darién, y cuando llegas a México te das cuenta que no hay ninguna ayuda; me irán a deportar?. Pidió que les den una oportunidad de llegar a la frontera, “porque si cierran la frontera se te va colapsar México, Guatemala, porque donde vas a meter la cantidad de personas que vienen; eso va a traer muchas consecuencias negativas”.

“Solo pedimos que nos dejen pasar, que nos dejen seguir. Nosotros los emigrantes no le hacemos daño a nadie. La situación en mi país no es buena, no estoy de acuerdo con los gobernantes de mi país”, dijo la cubana Yuris Leidy que viaja con su esposo.

Luis García Villagrán, organizador de la caravana informó que en el contingente por lo menos, unas cinco mil personas solicitaron un registro en la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados (COMAR).

Señaló que el movimiento de la caravana es pacífico, “no vamos a caer en provocación. Nosotros somos pobres y por eso no tenemos los documentos porque los documentos se les dan a los que tienen dinero, la corrupción es la madre del Instituto Nacional de Migración”, expresó el activista.

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